El bimi, nace de la unión del brócoli y la col china para un resultado único de alto valor nutricional. Popular por su sabor y textura tierna, se codea entre las hortalizas como miembro de la familia de las crucíferas, junto a las coles de Bruselas, col rizada, coliflor y pak choi.
El bimi vió la luz por primera vez en las tiendas y mercados en la década del 90, específicamente en 1993 luego de ser desarrollado por la Sakata Seed Company de Yokohama, Japón. Como producto, es el resultado del cultivo y cruza de dos plantas: el brócoli (Brassica oleracea var. botrytis) y la gai lan (Brassica oleracea var. alboglabra), más comúnmente conocido como brócoli chino, col rizada china o "kailaan".
El fruto de la relación, fue una brassica nueva que nace comercialmente como "bimi" pero bien lleva otros nombres como Asparation, Baby Broccoli o Broccolini. En países como Inglaterra o Estados Unidos tiene otros nombres comerciales, como Bellaverde o Tenderstem.
En tanto sus características, comparte con el brócoli el color verde y vibrante. Ahora bien, el bimi tiene tallos largos y delgados de unos 15 cm aproximados que recuerdan más a un manojo de espárragos verdes. De textura tersa y crujiente, los tallos tienen una pequeña cabeza de coronas más sueltas en la parte superior, que parecen ser como hojas donde nacen unas diminutas flores amarillas.
En cuanto a su cocción, ya sea al vapor, a la parrilla, asado o crudo, es un ingrediente todo terreno y accesible. Toda la planta del bimi es comestible, desde su tallo tierno hasta las flores. Se caracteriza por su sabor suave y algo dulce. En crudo, tiene un resabio picante como si se tratara de una mostaza, pero este se disuelve y se vuelve aún más dulce cuando se cocina. En tanto su textura, se asemeja más a los espárragos que al brócoli tradicional.
Hoy en día, esta hortaliza se cultiva y comercializa en muchos países, y en Europa, se cree que las primeras plantaciones comenzaron de forma exclusiva en Murcia. Sin embargo, no es tan sencillo de encontrar como es el brócoli o la col, en las tiendas y mercados o verdulerías de cercanía. Es posible, por ejemplo, comprar bimi fresco en bandejas de 200 gr en Carrefour o Ametlier Origen. En España, la marca Bimi se encarga de comercializar y distribuir como alternativa a los supermercados.
El bimi comparte muchos atributos con el brócoli. Además de la familiaridad Brassicaceae, ambos son muy nutritivos. Pero también hay varias diferencias clave. En principio, es el sabor, que más suave, dulce y delicado en el caso del bimi. Luego es el tamaño y la forma, que se observa mucho más fino y alargado, a diferencia del brócoli más grueso, duro y corto.
Finalmente, está el olor. Mientras el brócoli desprende un aroma particular e intenso que incomoda y disgusta a varios, el bimi apenas tiene olor. Una razón suficiente para conquistar a quiénes a los detractores. A la hora de comer, el bimi parece una mezcla entre los espárragos y brócoli. El gusto en boca no solo combina lo mejor de estas dos verduras ya extremadamente saludables, sino que también contiene los minerales, oligoelementos y vitaminas que caracterizan a ambos.
Propiedades y beneficios
Al igual que el resto de las crucíferas, el bimi está lleno de nutrientes y puede tener varios beneficios para la salud cuando se incluye como parte de una dieta equilibrada.
Rico en fibra y potasio, es alto en vitaminas del complejo B y una considerable proporción de vitamina C que alcanza los 60 mg por cada 100 gramos, una cantidad que supera la cantidad de la naranja por ejemplo.
En sintonía con lo anterior, el bimi es una buena fuente de calcio y magnesio, los cuales pueden ayudar a regular la presión arterial y mantener los huesos sanos. En tanto su función antioxidante y antiinflamatoria, incluido el sulforafano y los flavonoides, ambos protegen contra el daño oxidativo celular y fortalecen el efecto antitumoral en nuestro organismo.
Usos en la cocina
El bimi se puede cocinar a la plancha, cocido, cocinado al vapor e incluso comerse crudo en lugar del brócoli. El procedimiento habitual es someterlo a un escaldado de unos 3 minutos en agua hirviendo con sal para después escurrirlo y continuar con la receta que se vaya a utilizar como ingrediente.
Se recomienda cortar el último centímetro de los tallos espigados y cocerlos, ya sea entero o picado en trozos. Y luego el mismo procedimiento, tras la cocción se escurre bien y se procede a enfriar en un cuenco con agua con hielo para cortar la cocción y fijar la clorofila.
Se utiliza en las diferentes preparaciones como lo harías con el brócoli, la coliflor y demás plantas crucíferas por ejemplo. La versatilidad de esta verdura permiten utilizarla en un sinfín de recetas como plato principal, guarnición o acompañado de carnes o pescados como en las recetas a continuación.
Recetas para innovar y experimentar con la crucífera
1. Filetes de pollo al parmesano con bimi al vapor
Ingredientes
- Pechuga de pollo sin piel 2
- Queso parmesano 50 g
- Diente de ajo 1 cucharadita de ajo granulado 1
- Limón 1
- Bimi 400 g
- Pimentón dulce 1 cucharadita
- Pimentón picante 1/4 cucharadita
- Orégano seco 1/2 cucharadita
- Cebolla seca o deshidratada 1/4 cucharadita
- Albahaca seca 1/2 cucharadita
- Sal y pimienta al gusto
- Mantequilla sin sal 1 cucharada (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer filetes de pollo al parmesano con bimi al vapor
- Tiempo total 25 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 20 m
Secar las pechugas de pollo con papel de cocina y filetear en tiras no muy finas; salpimentar. Mezclar en un plato hondo el queso parmesano recién rallado fino, los ajos machacados o rallados sin el germen, y todas las especias. Añadir el pollo y rebozar bien, presionando con suavidad.
Lavar y secar el bimi, cortar las partes que puedan estar dañadas y colocar en un recipiente apto para cocer al vapor, en microondas o sobre agua en una olla. Añadir la ralladura del limón, una pizca de sal y pimienta, un chorrito del zumo y un poco de aceite de oliva. Cocer hasta dejar al dente. o más tierno, al gusto.
Derretir la mantequilla en una sartén o plancha antiadherente y añadir un poco de aceite de oliva. Cocinar el pollo en tandas a fuego medio-alto, dejando que se dore bien por cada lado. Retirar y terminar con todas las piezas. Servir con el bimi, un golpe de pimienta y más limón al gusto.
Receta completa | Filetes de pollo al parmesano con bimi al vapor: receta rápida y sana para cuidarse entre semana
2. Bimi con miso, jengibre y ajo negro
- Ingredientes para 2 personas. 400 g bimi, 30 g semillas de sésamo blanco o negro, 2 dientes de ajo negro, 5 g jengibre fresco, 5 ml sala de soja, 50 ml zumo de naranja, 5 ml miso blanco o rojo, 2 ml aceite de sésamo opcional, sal y pimienta, aceite de oliva virgen extra.
- Elaboración. Primero tostar las semillas de sésamo en una sartén sin aceite, hasta que empiecen a saltar, vigilando que no se quemen. Retirar y reservar. Lavar bien el bimi y cortar por la mitad en el caso de que sean piezas demasiado grandes. Pelar y picar o laminar fino un trocito de jengibre fresco, del tamaño deseado según lo que nos guste -yo suelo usar mucho, me encanta-. Trocear los dientes de ajo negro. Exprimir el zumo de la naranja y mezclar en un cuenco con la salsa de soja, el miso y el aceite de sésamo -si tenemos-. Añadir los dientes de ajo y el jegibre. Calentar un poco de aceite de oliva en una buena sartén o plancha antiadherente -también se puede usar un wok- y añadir el bimi. Salpimentar y saltear a fuego fuerte un par de minutos, hasta que empiece a coger color. Añadir medio vaso de agua y dejar cocer a fuego medio 5 minutos. Agregar a la sartén la mezcla de miso, remover bien y tapar. Cocinar el cojunto a fuego medio unos cuantos minutos más, hasta que el bimi esté al punto deseado. Vigilar que no se pegue demasiado añadiendo un poco más de agua si hiciera falta. Servir con las semillas de sésamo reservadas y unas gotas de aceite de sésamo, si se desea.
Receta completa | Bimi con miso, jengibre y ajo negro. Receta saludable y rápida
3. Merluza al papillote con zanahorias, bimi y su crema
- Ingredientes para 2 personas. 2 lomos merluza en filete, 400 g bimi, 2 patata, 1 zanahoria, sal y pimienta al gusto.
- Elaboración. Para cocer el bimi, cortamos los arboles de flores y los tallos de bimi en trozos y los cocemos al vapor sobre un colador colocado sobre un cazo con agua hirviendo y dejando que se cocine durante unos tres minutos. Si no encontráis bimi, podéis hacer esta misma receta con brócoli y el resultado será similar. Mientras se cuece el bimi, podemos preparar los papillotes colocando la zanahoria y la patata troceada con un poco de agua y cociéndola al microondas durante 5 minutos. Pasado ese tiempo colocamos el lomo de merluza sobre las patatas y zanahorias y lo cocinamos 2 minutos a máxima potencia, dándole la vuelta y cocinando otro minuto más por la otra cara. Para hacer la crema de bimi, trituramos los tallos y algunas de las flores del bimi con algunas de las patatas cocidas y un poco de agua, hasta obtener una crema tirando a espesa. El resto de las flores del bimi, así como las demás patatas y las zanahorias las utilizamos para guarnición del pescado. En el momento de servir, espolvoreamos con pimienta negra y añadimos un cordón de aceite de oliva virgen extra y unos cristalitos de sal marina, sirviendo inmediatamente para disfrutar este plato bien caliente.
Receta completa | Merluza al papillote con zanahorias, bimi y su crema, la receta ligera de pescado para la cena
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4. Gnocchi o ñoqui verde
- Ingredientes para 4 personas. 500 ñoquis, 200 g judías verdes planas, 200 g bimi, 12 tomate cherry, 60 g pesto de albahaca, 200 g ricotta, sal, bicarbonato sódico.
- Elaboración. Preparamos las verduras, lavando bien las judías verdes y el bimi y troceando al gusto. Yo he cortado las judías en trozos de dos centímetros y con el bimi he separado los tallos de las puntas, cortando los primeros en bastoncitos de unos tres centímetros de largo. Calentamos abundante agua en una cazuela y añadimos una cucharadita de bicarbonato sódico. Con esto conseguiremos que las verduras potencien su verdor. Cuando el agua comience a hervir, añadimos las judías verdes y las cocemos durante cuatro minutos, para que queden al dente, o durante más tiempo si es que nos gustan más blandas. Las retiramos con una espumadera y las sumergimos en un cuenco con agua helada para cortar el hervor. En la misma cacerola y el mismo agua, hervimos el bimi durante dos minutos. Retiramos y pasamos a otro cuenco con agua helada. Cuando ambas verduras estén frías, escurrimos y reservamos. Llenamos una cacerola amplia con agua y una cucharadita de sal y la llevamos a ebullición. Agregamos los gnocchi y los cocemos unos minutos. Estarán listos cuando suban a la superficie, que los podremos retirar al tiempo que reservamos parte del líquido de la cocción. En esta misma cacerola calentamos el pesto de albahaca y el queso ricotta junto con tres o cuatro cucharadas del líquido reservado. Añadimos los gnocchi y removemos para que se mezclen bien con la salsa y adquieran de nuevo temperatura durante un par de minutos. Mientras tanto lavamos los tomates cherry y los cortamos por la mitad. Repartimos los gnocchi en cuatro platos, esparciendo las verduras y los tomates sobre cada uno de ellos. Servimos inmediatamente.
Receta completa | Gnocchi o ñoqui verde, receta vegetariana saludable y completa
Imagen | iStock
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