Se dice que la comida nos entra primero por los ojos, antes de que el olfato y el gusto participen en nuestra percepción. Sin embargo, podríamos afirmar que antes de ello el nombre de los alimentos y platos juegan un papel importante en nuestra predisposición a degustarlos. Esto es algo con lo que juega la industria alimentaria especialmente con los productos infantiles, pero también ejerce su influencia en el consumidor adulto. De este modo, en Estados Unidos se ha llegado a un acuerdo para cambiar el nombre de 350 cortes de carne.
La industria cárnica estadounidense se ha propuesto actualizar el antiguo sistema de denominación de las distintas piezas de carne con el objetivo de fomentar el consumo entre la población. La idea es emplear denominaciones que sean más atractivas y al mismo tiempo faciliten la identificación de cada corte al ciudadano medio con pocos conocimientos sobre los distintos despieces. Aunque algunos de los nuevos nombres parecen más marcas publicitarias que apelativos identificativos.
Hasta ahora se ha venido empleando el sistema llamado Uniform Retail Meat Identification Standards o URMIS (normas en la identificación uniforme de las piezas de carne al por menor). El problema, según afirman desde el sector, es que dicho sistema se creó para ser usado por los propios profesionales, sin tener en cuenta al consumidor, pudiendo llevarle a la confusión a la hora de la compra. Si un cliente de una carnicería no sabe qué es exactamente lo que tiene delante, no sabe cómo cocinarlo, y esto perjudica las vetnas.
Los nuevos nombres pretenden facilitar a la sociedad la fácil identificación de cada pieza y corte de carne, haciéndola al mismo tiempo más atrativa, evitando vocablos confusos, complicados o potencialmente desagradables. El nuevo listado de denominaciones incluye ejemplos como New York chops o Boston roast, ambos del cerdo, en sustitución de los antiguos top loin chop (chuletas) o pork butt (cabeza de lomo).
Se han levantado algunas voces críticas con los nuevos nombres porque muchos de ellos suenan demasiado comerciales. Sin embargo, el mayor inconveniente que señalan los expertos es que este cambio puede crear nuevas confusiones, ya que las personas más mayores, así como los libros de cocina existentes hasta ahora, se seguirán guiando por las denominaciones antiguas. Tendrán que pasar muchos años para que el nuevo sistema de identificación de la carne esté totalmente asimilado por la sociedad estadounidense.
Vía | ABC News Imágenes | Tarale, BeberlyLR En Directo al Paladar | EE.UU. permite el consumo de carne de león En Directo al Paladar | Los diferentes tipos de carne y su influencia en la salud
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