Seguro que te ha pasado alguna vez. Te encanta el guacamole casero, te vienes arriba al prepararlo y se te va la mano con las cantidades. Haces guacamole para parar un tren y terminas guardando las sobras en la nevera para disfrutarlo al día siguiente. Pero cuando llega el momento, ese precioso color verde del guacamole se ha esfumado.
La comida entra por los ojos y, aunque sea perfectamente comestible, el guacamole oxidado echa un poco para atrás. Lástima, porque nadie quiere desperdiciar un ápice de algo tan sabroso. Nosotros, desde luego, no. Por eso, cuando nos cruzamos con este artículo de The Kitchn sobre cómo evitar que el aguacate se oxide y el guacamole aguante en bien estado (y verde) durante días, nos lanzamos de cabeza a probarlo.
Nuestros esfuerzos por mantener vivo el color de las sobras de guacamole nunca han dado resultado. Hemos probado a introducir el hueso del aguacate en el guacamole, a cubrirlo con papel film a piel y también a añadir más zumo de lima. ¿El resultado? Un guacamole marrón, al menos en la superficie, y con un aspecto de lo más desapetecible.
Pero, por fin, podemos decir que hemos dado con la técnica para evitar que el aguacate se oxide y el guacamole mantenga su color verde durante días. La técnica de The Kitchn funciona y no puede ser más sencilla. Os contamos cómo se hace.
El guacamole que veis en la foto de portada es el mismo que os mostramos en las fotos del proceso. Lo retratamos 48 horas después de hacerlo. El color, como se puede apreciar, es tan verde como si estuviera recién hecho. ¿Qué hemos hecho para conseguirlo? Hemos usado agua.
Una técnica de lo más barata que funciona genial y para la que solo se necesita cubrir el guacamole con una fina capa de agua. Debido a la densidad del guacamole, el agua se mantiene en la superficie sin penetrar en él. Hace de barrera y no permite que el oxígeno, causante de la oxidación del aguacate, entre en contacto con el guacamole. Así de sencillo.
Cómo conservar el guacamole evitando la oxidación y que aguante en buen estado durante días
Preparamos el guacamole al modo tradicional y optamos por hacer guacamole en Thermomix y, si no lo consumimos en el momento, lo guardamos en un recipiente con tapadera hermética, mejor de pyrex que de plástico. Aplastamos bien el guacamole con el dorso de una cuchara o tenedor para extraer cualquier posible burbuja de aire y nivelar.
Cubrimos toda la superficie con una fina capa de agua tibia, cerramos el recipiente y lo guardamos en la nevera durante un máximo de tres días. En el momento de consumirlo solo hay que retirar y desechar el agua, que se habrá tornado marrón. No os asustéis por ello, es perfectamente normal.
Por último, secamos colocando un papel absorbente en la superficie y presionando ligeramente para retirar el posible exceso de humedad. Removemos para homogeneizar nuevamente el color y ya tenemos el guacamole listo para consumir de nuevo. Acompañado de cilantro fresco picado y los clásicos totopos o nachos.
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