Cómo son los quesos veganos que están llegando a los supermercados (y por qué pueden tener más grasa que unas chuletas)

Aunque hace años que llevan entre nosotros, los llamados quesos veganos pasaban desapercibidos porque su consumo era muy minoritario. Pero la industria ha visto el jugoso potencial que ofrece el mercado de la alimentación vegetal y cada vez vemos más de estos productos en cualquier supermercado de barrio. Sabemos que no son quesos de verdad, ¿son entonces más saludables? Como siempre, la clave está en desgranar sus ingredientes.

A estas alturas deberíamos ya tener muy claro que conceptos como vegetariano, vegano o plant based no tienen por qué ser sinónimos de comida saludable, de la misma forma que no lo son los alimentos sin gluten, ecológicos o naturales -que no quiere decir nada-. Quizá sí lo fue en los orígenes del veganismo, pero hoy en día la industria de los ultraprocesados se ha subido al carro de lo vegano como tendencia, y ya encontramos prácticamente los mismos productos comerciales en versión sin ingredientes de origen animal.

Si hasta hace unos años el concepto no existía en los supermercados, era simplemente porque no había un mercado para ello. Al aumentar el interés y la demanda, surge y se multiplica la oferta. Pero las empresas siguen buscando el beneficio económico, por eso, muchas veces, la calidad nutricional de sus productos deja mucho que desear.

La denominación real de estos productos

Popularmente los llamamos "quesos veganos", pero oficialmente no encontraremos tal denominación en la venta al público. La legislación de la Unión Europea prohíbe desde 2017 las denominaciones comerciales de productos como "leche de soja" o "mantequilla vegana", y cualquier otro alimento vegetal que haga referencia a los lácteos. Es más, la enmienda 171 aprobada el pasado mes de noviembre por el Parlamento Europeo pretende prohibir también cualquier uso directo o indirecto de la denominación "leche" o "queso".

Las grandes compañías ya están curtidas en las triquiñuelas de la industria. Por eso, si nos acercamos a la sección de alimentación vegetariana de cualquier superficie, encontraremos nombres muy variopintos: lonchas, loncheados, fundir, untar, bloques, sheese, mozzarisella, cheezly, vegerella, etc. Algunos todavía utilizan aclaraciones como "sabor cheddar" o "estilo mozzarella", mientras la ley aún lo permita, aunque la mayoría ha optado por crear nombres propios para su línea de productos, como García Baquero con VeganFeel.

No es vegano, pero tampoco es queso.

Los nombres comerciales no son baladí para los sectores de la industria agroalimentaria, aunque al consumidor debería importarle menos. Ya sabemos que lo realmente relevante, y para evitar confusiones o engaños, siempre hay que leer el listado de ingredientes y el etiquetado nutricional.

Al fin y al cabo, se venden multitud de productos no veganos que tampoco son legalmente quesos o yogures como tal. Solo hay que prestar un poco de atención al coger el típico paquete de lonchas para sándwich o mezcla rallada para gratinar; más de uno se llevará una sorpresa al no ver la palabra "queso" por ningún lado. Y sin ser vegano.

Análisis de los quesos veganos del supermercado

Para comprobar de qué están hechos exactamente estos pseudoquesos veganos, hemos escogido una muestra de varios productos disponibles actualmente en las principales cadenas de supermercados de nuestro país. Damos la vuelta a los envases, sacamos la lupa, y nos detenemos en el listado de ingredientes, que, como ya sabemos, aparecen de mayor a menor cantidad.

  • Violife lonchas veganas sabor original. Agua, aceite de coco no hidrogenado 23%, almidón, almidón modificado, sal marina, aroma vegano, extracto de aceituna, colorante: b-caroteno.
  • Violife rallado vegano sabor mozzarella. Agua, aceite de coco no hidrogenado 24%, almidón modificado, almidón, sal marina, aroma de mozzarella, extracto de aceituna, colorante: B-caroteno, vitamina B12.
  • Violife untable sabor original. Agua, aceite de coco (24%), almidón, semillas de girasol molidas, sal marina, espesante: celulosa, regulador de la acidez: ácido láctico vegetal, aromatizantes, extracto de aceituna, color: B-caroteno, vitamina B12.
  • VeganFeel lonchas. Agua, aceite de coco, almidón modificado de patata, almidón modificado de maíz, maltodextrina de maíz, sal, levadura nutricional, proteína de guisante, ácido láctico, aroma natural y colorante caroteno.
  • Sheese lonchas estilo cheddar. Agua, aceite de coco (21%), almidón modificado de patata, almidón de maíz, fibra de avena (sin gluten), almidón modificado de maíz, espesantes (carragenano, goma guar), sal, aromas naturales, extracto de levadura, reguladores de acidez (ácido láctico), lactato de sódio (sin lactosa), colarante (caroteno).
  • VeggieQues Natursoy estilo mozzarella. Agua, grasa de coco (17%), almidón de patata, harina de arroz, sal marina, espesantes: goma arábica y goma xantana, aroma natural.

Como vemos, en todos estos productos el primer ingrediente es el agua, algo bastante lógico si tenemos en cuenta que también es el componente principal de la leche animal. Pasamos al segundo de la lista, que en todos es una grasa vegetal, el aceite de coco. Como señalaba Gemma del Caño al analizar el producto de Lidl, también tiene sentido, pues lo quesos, por lo general, son alimentos ricos en lípidos.

Así, la gran mayoría de estos productos recurren a la grasa de coco como primer ingrediente de importancia, un aceite muy versátil en la industria, sólido, de sabor neutro y relativamente económico. Este aceite vegetal lleva un tiempo de moda como supuesto alimento saludable, alzado por tendencias en dietas como la paleo o la keto y puesto en valor como la alternativa sana y sostenible al aceite de palma. Pero ni es milagroso, ni es tampoco veneno.

El aceite de coco es muy rico en grasas saturadas, pero sabemos que estas no siempre hay que demonizarlas. El problema está en la calidad de dicho aceite, en cómo se utilice y en el conjunto de la dieta de cada persona. Tal y como recuerda la dietista-nutricionista, experta en alimentación vegana, Lucía Martínez, el aceite de coco solo es saludable si es virgen, y en ninguno de estos falsos quesos lo es; de otro modo, lo señalarían.

Mucha grasa saturada, almidones y pocos nutrientes de buena calidad

Pasando a los demás ingredientes, vemos que en casi todos se repite la misma fórmula: una mezcla de almidones o fibras -hidratos de baja calidad-, espesantes, colorantes y saborizantes o aromas. Pocos incluyen nutrientes añadidos por los que sí destaca el queso; en general hay ausencia de vitaminas, proteínas o minerales esenciales como el calcio.

A modo de referencia, siempre teniendo en cuenta que se trata de valores aproximados, esta tabla comparativa nos muestra cómo son productos muy calóricos y mucho más ricos en grasas que las carnes más comunes (según cifras de la BEDCA), y semejantes a los quesos a los que pretenden sustituir, pero mucho más pobres en los nutrientes que sí poseen los lácteos.

PRODUCTO

CALORÍAS/100 GRAMOS

GRASAS/100 GRAMOS

PROTEÍNAS/100 GRAMOS

Violife lonchas veganas

285 kcal

23 g

0 g

Violife rallado vegano sabor mozzarella

289 kcal

24 g

0 g

VeganFeel lonchas

293 kcal

23 g

1,4 g

Sheese lonchas estilo cheddar

304 kcal

22,9 g

0,7 g

Queso mozzarella

223 kcal

16,1 g

19,5 g

Queso cheddar en lonchas Auchan

388 kcal

32 g

25 g

Pechuga de pollo

105 kcal

1,2 g

23,1 g

Solomillo de ternera magro

110 kcal

3 g

20,1 g

Lomo de cerdo

152 kcal

8,9 g

18 g

En conclusión: para un consumo ocasional

La alimentación es mucho más que mera nutrición y no hay que olvidar factores como el puro disfrute o placer, por eso no nos gusta demonizar, en general, ningún producto. Los veganos o alérgicos a los lácteos tienen también derecho a disfrutar de un gratinado de pasta o del sabor y textura fundente de un loncheado en su sándwich vegetal.

Sin embargo, no hay que perder de vista que se trata de productos ultraprocesados, que nutricionalmente no aportan ningún valor interesante y que son muy calóricos y ricos en grasas de dudosa calidad. Por ello, lo más recomendable es limitarlos a un consumo moderado y ocasional, dentro de un contexto de alimentación equilibrado y saludable.

No entran en esta categoría los quesos veganos alternativos de elaboración más artesanal que sí imitan los procesos de las queserías tradicionales, basados en frutos secos y que además añaden fermentos naturales, más nutritivos y, en nuestra opinión, muchísimo más sabrosos y parecidos al queso de verdad.

Fotos | iStock - VeganBaking
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