Para un productor de frutas y verduras es fundamental saber cuándo sus árboles y plantas ofrecen sus frutos en el momento justo de maduración. Existen diversos métodos para asegurarse, pero implican tener que echar a perder una parte de la cosecha. El futuro en este campo podría estar en la tecnología láser, tal y como se ha publicado en un reciente estudio.
Podemos decir que hay dos tipos de personas: las que prefieren la fruta más verde y los que la disfrutamos más madura. En realidad hay un término medio en el que se mueve el mercado de frutas mundial, el punto óptimo de maduración para que el consumidor la disfrute tras su compra. Recolectar una manzana demasiado pronto o algo tarde podría ser fatal para los beneficios, por lo que es una cuestión fundamental para los profesionales de la agricultura.
Está claro que todos sabemos cuándo una manzana está ya más que madura, pero al mercado no interesa que se haya pasado el punto “perfecto” de maduración. Algunas frutas siguen madurando tras su recogida, pero el resultado no es el mismo que la maduración óptima en rama, y si se recolectan demasiado pronto podrían no alcanzarse las calidades necesarias.
Más allá de la intuición y experiencia de los profesionales, hay métodos para saber las cualidades que ofrece una fruta, pero implica tener que sacrificar parte de la cosecha. Si mordemos una manzana o la partimos podemos conocer su punto de dulzor o su textura, pero en el momento en que la abrimos ya empieza a deteriorarse.
Los sistemas químicos y técnicos que han estado usando en el mercado de la producción agraria obligan a perder una parte de sus productos y se arriesgan a que no todos ofrezcan las mismas condiciones. Ante esta situación, un grupo de investigadores de Francia y Líbano han desarrollado un método basado en la medición láser.
El trabajo, publicado recientemente en Applied Optics tal y como recoge The New Yorker, sugiere que mediante el uso de un láser se puede medir el nivel de maduración de una fruta sin tener que abrirla. La técnica se basa en patrones de manchas en la superficie de la pieza, manzanas en su caso, que actúan como huellas dactilares.
Anotando las características los cambios de ese patrón de manchas y midiendo los niveles de etileno que las manzanas desprendían a través de los días, los investigadores lograron determinar las cualidades de maduración de la fruta sin tener que dañarla. Ahora esperan convertir su sistema en un medio adecuado para utilizar en el campo, y apuestan por que en unos años la gran mayoría de productores pueda utilizarlo.
La verdad es que es una pena pensar en que hay que sacrificar ejemplares de frutas para saber si la producción está lista para ser cosechada, así que un avance como este sin duda puede ser muy positivo para el sector. Y ahora, curioseando un poco, ¿cómo os gusta a vosotros la fruta? ¿En su punto exacto, un tanto verde o mejor más bien madura?
Vía | The New Yorker Imágenes | Pixabay En Directo al Paladar | Manzanas que no se oxidan al cortarlas, reavivando el debate en torno a los transgénicos en EEUU
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