El canónigo es algo delicado y exquisito, un simple ramillete de canónigos aporta personalidad a cualquier plato, ya sea ensaladas, verduras, quesos, carnes, gambas...
Si quieres dormir bien, el canónigo contiene ácido fólico, este favorece el sueño y nos evita la irritabilidad. Además permite corregir la carencia de fibras. Contiene también beta-carotenos igual que las zanahorias, nos ayuda a ponernos morenos. Contiene además mucha vitamina C en comparación con el resto de vegetales.
Nosotros lo usamos desde hace mucho y disfrutamos del sabor que tiene, dulce, avellanado...
Existen unos cuantos trucos prácticos para el canónigo. Debes escoger los que tengan las hojas bien constituidas, que no estén amarillas ni arrugadas.
No lo conserves en la nevera más de tres o cuatro días.
Lo puedes lavar pero no lo dejes en remojo.
Para secarlo basta usar un centrifugador de ensalada.
Cuando prepares una ensalada, añade el canónigo en el último momento.
Lo puedes combinar con lo que prefieras, nueces, zanahorias, aguacates, champiñones...
El canónigo es realmente sabroso y saludable para nosotros.