Esta fruta desconocida tiene 10 veces más fibra que el kiwi, 7 veces más vitamina C que la naranja y duplica en calcio a la leche

La variedad de productos vegetales típicos de otros lugares del mundo es tan grande que aún existen frutos que nos son prácticamente desconocidos

Con la explosión del mercado de frutas y verduras exóticas que hemos vivido en los últimos años puede parecer extraño que todavía existan productos por descubrir en tierras occidentales, pero el mundo es, por suerte, aún muy diverso. En África existe un fruto particular cuyo árbol sí que conocemos gracias al mundo audiovisual, pero cuyas propiedades nutricionales y culinarias son aquí prácticamente desconocidas.

Se trata del fruto del baobab, ese árbol tan singular, de grandes proporciones y morfología única que muchos vimos por primera vez en versión animada con 'El Rey León', también con una aparición muy recordada en 'El Principito'. En realidad, el género Adansonia está formado por ocho especies, siendo seis de ellas naturales de Madagascar. En tierras continentales de África crece el Adansonia digitata, considerado árbol sagrado, cuya fruta es una valiosa fuente de nutrientes.

Conocido como calabaza de Senegal o Etiopía, mucua, bouy o, más popularmente, pan de mono (monkey bread), el fruto del baobab crece en forma de una especie de vainas de gran tamaño, alargadas, que recuerdan un poco a las vainas del cacao, con forma de melón o calabaza alargada. Mide unos 30 cm de largo y por fuera tiene una textura leñosa, guardando en el interior su pulpa con semillas también de notable tamaño.

Al madurar y secarse, la cáscara externa se deshidrata y se vuelve quebradiza; al abrirla se obtiene una carne de color blanquecino, calcáreo, con una textura que va pasando de más cremosa a harinosa, secándose de forma natural cuando se deja al sol, adquiriendo así una textura como de polvo cada vez más seco.

Esa pulpa es la que habitualmente se extrae para su consumo o comercialización, empleándose para elaborar bebidas con valiosos nutrientes para la población indígena. Ese polvo también permite extraer aceites para cocinar y se usa como ingrediente en platos tradicionales o para la elaboración de masas y productos cocidos u horneados.

Encontrar la fruta natural o las semillas sin moler es complicado, pero sí se está comercializando en los últimos años la forma más seca de harina o polvo aprovechando la moda de las superfoods o 'superalimentos'.

Es cierto que la fruta del baobab es un alimento nutricionalmente muy denso, concentrando gran cantidad de nutrientes esenciales en poca cantidad de producto, y eso hace que sea tan valorado en su lugar de origen, donde incluso los animales se aprovechan de sus virtudes en los terrenos más áridos y secos.

Destaca particularmente con su alto contenido en fibra vegetal -cuanto más seco, más fibra- y por ser una gran fuente de vitaminas antioxidantes. La pulpa es particularmente rica en vitamina C, y contiene vitaminas vegetales del grupo B, minerales como potasio, magnesio, hierro y calcio, y también las hojas son ricas en proteínas, conteniendo todos los aminoácidos esenciales.

Para hacernos una idea, siempre teniendo en cuenta que son cifras aproximadas, 100 g de fruto de baobab en polvo contienen unos 173 mg de vitamina C o ácido ascórbico, mientras que la naranja se queda en unos 50 mg. En cuanto al calcio, esta fruta aporta 342 mg, y la leche de vaca entera tiene unos 124 mg, según recoge la BEDCA.

Distintas presentaciones de la fruta de baobab: pulpa en polvo, en trozos, semillas y fibra.

Se le atribuyen además propiedades antiinflamatorias, digestivas o incluso protectoras frente a diferentes enfermedades, pero es un alimento aún muy desconocido del que no se conocen a ciencia cierta sus potenciales beneficios. Los expertos subrayan que se necesitan más investigaciones para comprender la digestibilidad y biodisponibilidad de sus nutrientes, así como los efectos que pueda tener su procesamiento.

En cualquier caso, a pesar de que sí es un alimento muy rico en nutrientes, hay que recordar que en España no necesitamos recurrir a supuestos ingredientes supersónicos importados de otras culturas a miles de kilómetros de distancia. Siguiendo una dieta equilibrada con productos de aquí de toda la vida lograremos fácilmente todos los nutrientes necesarios para tener una buena salud.

Imágenes | BluesyPete - T.K. Naliaka - Ferdinand Reus - Kristof Zyskowski & Yulia Bereshpolova -

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