Añadir un aderezo ligeramente dulce y aromático convierte a esta preparación en un postre de categoría
Una ensalada de fruta, que no es una ensalada con fruta, resulta tan sencilla de preparar casi improvisando sobre la marcha que no necesita una receta canónica como tal. Si usas buen producto fresco de temporada, casi seguro que te quedará bien. Sin embargo, cuando quieras marcarte un plato de primera categoría que haga repetir a tus invitados, no te olvides de incluir un elemento líquido en la ecuación.
Porque realmente mezclar en un cuenco o ensaladera las frutas que tengamos por la nevera, enteras o troceadas, no es exactamente una ensalada de fruta. No como la conciben los anglosajones (fruit salad) ni los germano parlantes (Fruchtsalat), muy aficionados a prepararla de postre especialmente en verano. Y si es un postre, necesitar un puntito extra de sabor y textura para elevarse a los altares.
Aunque muchos productos soltarán sus propios jugos al cortarse y mezclarse, más aún si contamos con ejemplares algo maduros -cuidado con esto, nadie quiere una ensalada de frutas blandurrias-, para evitar sabores planos sin cohesión y bocados algo secos, no dudes en añadir un buen aliño, como cualquier ensalada salada.
Puede ser un sirope ligero como hacemos en la macedonia, un aderezo simple mezclando zumo de limón, lima y/o naranja con un pelín de azúcar, miel o vinagre afrutado, o un almíbar básico como el que empleamos para cócteles y emborrachar bizcochos. Si haces una gran cantidad puedes guardarlo en la nevera durante días y usarlo a conveniencia, y también sirve para hacer helados o granizados.
Dale más sabor aromatizándolo con piel de cítricos, una rama de canela, jengibre fresco o vainilla natural, o incluso añade algún licor oloroso como ron o brandy. La cantidad siempre es 1:1, misma medida de agua que de azúcar, y se cuece todo a fuego lento hasta que desaparece el azúcar.
Prepara tu ensalada de frutas al gusto y mezcla con la cantidad que quieras del almíbar, ya enfriado, removiendo bien, procurando que todo quede humedecido pero sin formar una piscina en el fondo. También puedes montarla al estilo de restaurante, con todo bien cortado, torneado y ordenado, regando suavemente con el aliño. Deja reposar en la nevera al menos media hora antes de servir y tendrás una ensalada de frutas deliciosa.
Imagen | Freepik/frimufilms
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