Estos nuevos yogures con bífidus de Mercadona no son tan sanos como aparentan

A veces, sobre todo cuando hablamos de nutrición, no es oro todo lo que reluce. Puede que en algunas ocasiones encontremos beneficios en algunos productos que, sin embargo, acaban yéndose por el desagüe cuando vemos otras contraprestaciones que ciertos alimentos pueden tener.

Esta es una batalla relativamente habitual en el mundo de los lácteos, ya que suelen ser ricos en proteínas, pero también en grasas saturadas. Sobre todo cuando hablamos de quesos, que además tienen cantidades relativamente altas de sal. Además, según qué tipo de lácteos suelen enfrentarse al dilema de tener cantidades elevadas de azúcares añadidos.

Obstante, hoy ponemos el foco en una de las últimas novedades de Mercadona: el yogur Bífidus cremoso probiótico con coco Hacendado. Una creación que elabora Lácteos de Navarra para los supermercados de la cadena valenciana que etiquetan bajo su marca de distribuidor.

No son los únicos yogures con bífidus que Hacendado comercializa, pues es lógico pensar que el yogur generalmente tiene una buena imagen como lácteo saludable, más aún cuando se refuerza con lactobacterias que se anuncian con virtudes probióticas.

De hecho, el catálogo de Mercadona respecto a este tipo de yogures es bastante amplio, incluyendo otras opciones que pasan también por los desnatados, los cremosos y opciones de sabores (mango, ciruelas, cereales con fibra…) y para los que cuentan también con otro proveedor como es Schreiber Foods España, que elabora los yogures en Toledo.

Por este motivo, recurrir al reclamo de probióticos puede hacernos pensar que estamos hablando de un producto totalmente recomendable cuando, si damos la vuelta al pack de yogures (se venden en pack de cuatro unidades de 125 gramos cada una, a 1,15 euros por pack) veremos que a nivel nutricional no son la panacea.

Sobre todo porque cuentan con 15 gramos de azúcar añadido por cada 125 gramos de yogur, es decir, el 17% de la cantidad diaria recomendada de azúcares. En los términos positivos, el consumo de uno de estos yogures supone la ingesta del 12% de proteínas diarias (5,8 gramos), pero aún así el porcentaje de azúcar añadido que supone no lo convierte en un producto dietéticamente saludable.

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