Si ves esto en tus botellas de aceite de oliva no las tires: están perfectamente

Es una simple cuestión de química: el aceite se congela por fases

El aceite de oliva sigue muy caro y nadie quiere comprarlo de mala calidad o tener que tirarlo porque se le haya estropeado. Sabemos que no es eterno y que también caduca, o más bien pierde paulatinamente propiedades con el tiempo, porque le afectan factores externos como la luz, la temperatura, el oxígeno o la humedad. Y podríamos encontrarnos con botellas con un aspecto turbio muy poco agradable, al menos a la vista.

Esta imagen puede darse tanto en nuestra propia casa como en cualquier comercio, y no hay que alarmarse por ello. Aunque al vendedor no le hará gracia presentar un producto que no luzca perfecto, brillante y homogéneo, hasta el aceite de oliva de mayor calidad puede sufrir este fenómeno que se debe a una pura cuestión química.

Quien haya vivido en pueblos o zonas de inviernos muy fríos, con despensas o alacenas poco aisladas, incluso con las antiguas fresqueras, estará más que familiarizado con la imagen: botellas y garrafas de aceite que se enturbian con grumos flotantes y que van generando una especie de depósito en el fondo. Y cuanto más frío hace y menos se tocan las botellas, más se van solidificando.

Lo explicaba muy bien en su cuenta de X Miguel A. Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos, lanzando un mensaje de tranquilidad. El aspecto no es nada bueno, pero ni el aceite se ha puesto malo, ni ha perdido propiedades, ni está mal conservado. Simplemente, le afecta el frío.

@gominolasdpetro

También lo explican en Aceites de oliva de España: “El aceite de oliva está formado por una serie de componentes que cambian de estado a distintas temperaturas”, es decir, se va congelando por etapas, no lo hace en bloque como otros líquidos. “Como la congelación del aceite de oliva de España se desarrolla en fases, uno de los primeros síntomas visibles será la formación de esos grumos tan llamativos”. Y añaden, para tranquilidad del consumidor: “no implica ningún efecto perjudicial para el producto. El aceite de oliva seguirá siendo apto para el consumo humano y conservará intactas todas sus cualidades”.

En cuanto el aceite lo tengamos a una temperatura más cálida, la que pueda haber dentro de nuestra casa en invierno, o lo pongamos a calentar para cocinar, volverá a su estado normal. Recuerda que podemos congelar el aceite en porciones para usarlo como si fuera mantequilla para untar en las tostadas, un truco muy práctico para extenderlo más fácilmente.

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Imágenes | Lameiro - far close

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