Cuando llega el calor me apetece más un plato de fruta fresca que cualquier dulce, helados incluídos, y eso que soy muy golosa. Aunque parezca que está todo descubierto, aún podemos encontrar frutas exóticas en algún viaje por tierras lejanas o también en tiendas especializadas. Seguro que las frutas que ahora nos parecen exóticas algún día serán productos habituales de nuestras fruterías, como ocurre con los kiwis, las papayas o los mangos.
Las frutas tropicales suelen ser caras fuera de su país de origen, ya que se estropean rápidamente y hay que pagar los portes. Pero aún en pequeñas cantidades, añadidas a una macedonia de frutas por ejemplo, vale la pena comprarlas y descubrir nuevos sabores. Conviene que elijamos las que no tengan manchas, conservalas en la nevera, sobre todo si están maduras, y mejor comerlas cuanto antes.
He preparado una selección de diez frutas desconocidas para mí. Lo primero que me ha llamado la atención, en la mayoría de ellas, ha sido su aspecto, totalmente distinto a las frutas habituales. Espero poder saborearlas algun día. Desde luego, la primera persona que se aventuró a probarlas merece sin duda la calificación de valiente.
Ackee
El ackee es una fruta originaria de las regiones tropicales del oeste de África, que se ha importado y se cultiva en Jamaica, Haití y Cuba, incorporándose a la comida caribeña. En Jamaica se degusta como verdura. El árbol del ackee es alto y frondoso, llega a alcanzar hasta los doce metros de altura, produciendo esta fruta dos veces al año, entre enero-marzo y entre junio-agosto.
Esta fruta roja, de delicado sabor, tiene una pulpa cremosa y pepitas negras. A veces se le denomina “seso vegetal” debido a que sólo el interior, con forma de cerebro, es comestible. Se puede consumir con seguridad cuando la fruta se pone roja y se abre con la luz del sol, si se come verde puede producir vómitos e incluso envenenamientos. Se prepara hirviéndose en agua o leche y suele acompañar platos de carne o pescado.
Jabuticaba
Esta fruta es original de países sudamericanos como Brasil, Paraguay o Argentina. Lo primero que llama la atención de ella es que nace directamente del tronco del árbol, pareciendo cuando está en plena temporada, que el árbol está recubierto de verrugas de color púrpura. También se le llama “árbol de la uva” pues esta fruta se usa en América del Sur igual que las uvas se usan en otros lugares.
La jabuticaba es una fruta jugosa que puede ser consumida fresca. También se utiliza en jaleas, o se deja fermentar y se convierte en vino y licores fuertes. Su cáscara seca se utiliza para tratar el asma y la diarrea. Se han descubierto varios compuestos anticancerígenos en esta fruta, por lo que los científicos esperan que sea de utilidad en la lucha contra esta enfermedad.
Fruta milagrosa
La fruta milagrosa es originaria de Ghana, África Occidental y se cultiva desde hace siglos. La pulpa de esta fruta contiene miraculina, una glicoproteína que engaña las pápilas gustativas y hace que los alimentos se perciban mas dulces de lo que son en realidad, de ahí su nombre. Este es un efecto que se prolonga entre media y una hora después de comer, pero hay que ir con cuidado pues aunque distorsiona el sabor de los alimentos ácidos no cambia su química.
En 1968 se intentó extraer esta glicproteína y procesarla en forma de tableta, pero en 1970 la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos prohibió su comercialización hasta que se llevasen a cabo más investigaciones. Actualmente puede venderse en Estados Unidos como suplemento dietético pero no como edulcorante. En cambio, en Japón la fruta milagrosa es utilizada como aditivo inocuo.
Mangostán
El mangostán crece en las zonas tropicales de Asia sudoriental. Es una fruta de color morado oscuro, algo mayor que una pelota de golf y que tiene un cáliz prominente que va unido al tallo y un “ojo” por el extremo opuesto. La corteza dura encierra una pulpa que se divide en cinco o siete gajos.
Para degustarla hay que quitar la corteza y comer la pulpa a gajos o con una cuchara. La carne del mangostán, de color ligeramente rosado y muy aromática, puede ser descrita como dulce, picante y ácida.
El mangostán era la fruta preferida de la reina Victoria, por eso se le llama “la reina de las frutas“. Según cuenta la leyenda, la reina Victoria ofrecía el titulo de Sir a aquel que consiguiera cultivar esta fruta en su país. Pero todos los intentos fueron infructuosos. La necesidad de una temperatura elevada y de grandes cantidades de humedad y lluvia hacen que esta fruta sea prácticamente exclusiva de China, Camboya, Malasia, Tailandia, Indonesia, Taiwán, Filipinas y Singapur.
Langsat
Estas frutas pequeñas, translúcidas y esféricas se encuentran con mayor frecuencia en el sudeste de Asia, India y Bután, y recientemente incluso se ha introducido en Hawai. En Filipinas son una variedad muy conocida, y el árbol está siendo utilizado en la reforestación de las zonas montañosas.
El langsat puede ser muy amargo cuando está verde, pero al madurar es muy dulce, con un sabor similar al de una naranja agridulce. Puesto que estas frutas se encuentran en racimos a lo largo del tronco y de las ramas del árbol, cuando están maduras se consigue que caigan al suelo sacudiendo el árbol. La cáscara del langsat se desprende fácilmente y su carne suele confitarse o cocinarse en almíbar.
Aguajo
Esta fruta, originaria de la selva amazónica, crece de forma silvestre en los pantanos y en los valles fluviales. Los ecosistemas dominados por estos árboles se conocen localmente con el nombre de aguajales. Algunos pueblos indígenas, como la etnia Yagua, lo consideran “el árbol de la vida” y un símbolo de la inmortalidad.
El aguajo está recubierto de escamas de color rojizo, que deben ser retiradas para llegar a su carne. Es una excelente fuente de vitaminas A y C, también se utiliza su pulpa para tratar las quemaduras. Con la pulpa fermentada, se hace un vino exótico y delicioso.
Jaka
La árbol de la jaca es uno de los árboles frutales más grandes del mundo. Su origen es incierto, pero se cree que se cultiva en la India desde tiempos inmemoriales, de hecho es la fruta nacional de Bangladesh. La piel de la jaka es extremadamente gruesa y rugosa. La jaka es baja en calorías y grasa, así como una buena fuente de potasio y vitamina A.
Cuando la fruta está verde puede ser utilizada como un vegetal e incluirse en sopas. La pulpa de la fruta madura se pueden comer fresca, seca, en almíbar o utilizarse en ensaladas. Las semillas pueden ser cocidas o asadas y tienen un sabor parecido al de las castañas. Una forma popular de preparar esta fruta es freirla como si fuera crujientes patatas chips.
Monstera deliciosa
Originaria de los bosques tropicales de América Central, la monstera deliciosa se parece más a una mazorca de maíz que una fruta. Llama la atención su nombre: deliciosa cuando está madura, monstruosa cuando está verde pues si se come inmadura puede llegar a ser tóxica al contener ácido oxálico.
Cuando esta fruta está lista para comer, desprende un aroma maravilloso y su sabor evoca una ensalada de frutas, con predominio de la piña y el plátano. Se sabe que ha llegado a su punto óptimo de maduración porque las secciones verdes exteriores caen por sí mismas, revelando una carne interior blanca alrededor de un núcleo duro.
Cupuaçu
El cupuaçu se encuentra en toda la cuenca del Amazonas y su árbol pertenece a la familia del chocolate. Tradicionalmente se ha usado por los pueblos indígenas para aliviar el dolor abdominal y ayudar en los partos difíciles. La carne de esta fruta aromática se utiliza en postres debido a su sabor. Como su carne es mantecosa también se puede utilizar como una loción hidratante para el cuerpo.
Pepino dulce
A pesar de que el pepino dulce es originario de América del Sur, también se cultiva en Australia, Nueva Zelanda, Turquía y en California. Parecido a un cruce entre el melón y la pera, el pepino es una fruta dulce que se relaciona con las solanáceas, como el tomate y la berenjena. Es una fruta bastante resistente, por lo que es una opción muy favorable para la agricultura.
Se puede identificar el pepino dulce por su forma redonda y lisa, asi como su color de piel, que es de color amarillo claro con líneas de color púrpura. Dependiendo de la variedad, el tamaño de esta fruta varía de pequeño a grande.
Los usos de la fruta del pepino son muy variados, pero comúnmente se utiliza como postre. Por ejemplo, combinado con otras frutas en una ensalada de frutas. También se puede comer crudo, quitando primero la piel exterior. Debido a su sabor único, está también delicioso espolvoreado de azúcar.
Y hasta aquí esta selección de frutas exóticas que he realizado. No he tenido la ocasión ni la suerte de probar ninguna, aunque espero hacerlo algún día. Y vosotros. ¿las habéis comido?. Me encantaría conocer vuestras experiencias si las tenéis y conocer de primera mano en qué circunstancias las habéis degustado. Será muy interesante compartirlas.
Fotos | Kevinpoh, Jerome Walker, Mateus Hidalgo, scott.zona, Vircabutar, goosmurf, Fernando Tatagiba, Wie 146, LindaH, Pedro Spoladore y Thue
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