Hay vida más allá de las pastas: las monjas se pasan al panettone

“Dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité”, repetía mil veces Manolo García con El Último de la Fila en su famosa Insurrección en los años 90, y ese mismo claim podríamos utilizarlo ahora para preguntarnos por qué en los conventos españoles, culmen de la repostería navideña, todavía no habían dado el paso a elaborar panettone.

Nuestras súplicas (perdón por la blasfemia) se han escuchado y ahora son varias congregaciones las que se atreven a hornear panettones. Es el caso de un pequeño convento de las Clarisas Reparadoras de Ourense que han evolucionado con sus dulces en el Monasterio de San José, en Vilar de Astres.

Fundado en 1922, el convento ya tenía reputación por sus pastas y galletas desde el año 1949, cuando empezaron a hornear sus masas conventuales para cubrir parte de los gastos diarios del monasterio, pero no fue hasta hace un par de años cuando decidieron dar el salto a los panettone, bandera gastronómica de la Navidad italiana.

En este caso, elaborados en cuatro opciones distintas, las clarisas reparadoras de San José preparan en toda la temporada apenas 1.500 panettone de distintos sabores (chocolate · nuez pasas y chocolate · naranja y pasas · naranja y chocolate) a un económico precio de 13 euros por cada pieza, aunque desconocemos el peso de cada 'bollo'.

Las clarisas reparadoras de Vilar de Astres en su obrador. ©Clarisas Reparadoras.

Lo que sí sabemos es que no son las únicas monjas que han decidido italianizar su Navidad y aprovechar el tirón comercial del panettone (de los que vemos ya ejemplos en los supermercados). Es el caso del Convento de San Antonio, en Murcia, donde han puesto de moda el Murciattone, la joya de la corona dulce de este grupo de monjas franciscanas.

Una monja del Convento de San Antonio y sus preciados murciattones. ©Obrador Convento de San Antonio.

En una opción de fruta y otra opción de chocolate, el Murciattone comparte escalafón con tejas, tortas de Pascua, rosquillas, bizcochos y tortas de recao. Placeres no aptos para gulosos que, sin embargo, servirán para endulzar celestialmente la Navidad de más de uno.

Arcos Maitre, Cuchillo Panero, Acero Inoxidable Nitrum Serrada 210 mm, Mango Polipropileno Negro

Además, para que no te pierdas en esta vorágine de panettone y sepas a qué atenerte para comprobar si estamos ante un ejemplar digno de su nombre, echa un vistazo a nuestras recomendaciones sobre cómo reconocer un buen panettone de verdad.

Imágenes | Clarisas Reparadoras / Convento de San Antonio

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