El calor asfixiante del estío murciano hacía difícil en mi familia montar comidas al aire libre, por eso siempre aprovechamos septiembre para sacar todo el partido a la barbacoa. Es una buena forma de desperdir el verano disfrutando ya de días más frescos, ¿y si le damos un toque original? Además de las típicas carnes, pescados y verduras, hay otros platos que podemos hacer a la barbacoa.
Las barbacoas siempre tienen algo especial que a todo el mundo gusta. Hay quien dice que toda la comida sabe mejor si se cocina en la parrilla, pero casi siempre visualizamos piezas de carne o, como mucho, algunos pescados como las sardinas. Por fortuna cada vez se ven más verduras en las barbacoas, pero hay otros platos que os sorprenderán si los cocináis sobre brasas.
Ensaladas
Ya nos avanzó Carmen la idea de cocinar lechuga a la parrilla, que al fin y al cabo se convierte en una verduras más para servir a vegetarianos -y no vegetarianos-. Pero ya que nunca faltan un par de ensaladas en la mesa de una barbacoa, ¿por qué no integrar sus componentes en las mismas brasas? Así tenemos todos los platos siguiendo la misma línea.
Hay miles de ensaladas posibles así que las posibilidades para cocinarlas a la parrilla son casi infinitas. No todos los ingredientes hay que asarlos, pero recomiendo no mezclar demasiados elementos para no sobrecargar. Pensad en ensaladas clásicas cuyos ingredientes se puedan pasar por las brasas.
Por ejemplo, funcionan muy bien: lechugas variadas, cogollos, endivias, hinojo, remolacha, tomates, pepino, maíz, zanahoria, cebolla, achicoria, repollo, kale, espinacas. Poned más énfasis en las hojas verdes y las lechugas, realmente sorprenden cuando se cocinan.
Tostas y canapés
Si sois de los que no conciben un banquete o fiesta sin pequeños bocados en forma de canapés o tostas, aprovechad las llamas también para prepararlos. El pan tostado a la brasa es una delicia y puede dar más vidilla a ejemplares de poca calidad. Incluso el irresistible pan de ajo quedará de fábula cocinado a la parrilla.
Cuando haya salsas o cremas untables para mojar en la mesa, valdrá con limitarse a cortar pequeñas porciones de barras estilo baguette, tostarlas sin más y ponerlas en una fuente o cesta. Si las pintamos con buen aceite aromatizado o una vinagreta, cogerán mucho más sabor.
Yaki onigiri o bolitas de arroz japonés
Amantes de la cocina japonesa, no olvidéis que también en el país nipón disfrutan mucho de cocinar a la brasa y a la parrilla. Podéis sorprender en casa con los yaki onigiri, una versión del clásico onigiri, las bolitas de arroz tan típicas de los almuerzos japoneses, sobre todo infantiles. La versión de barbacoa suele tener forma triangular y se pueden hacer con o sin relleno.
Para hacer onigiri, hay que cocinar arroz japonés de grano corto, humedecerse las manos y frotarlas con sal. Después se coge una porción de arroz y se le da forma con las manos, presionando pero sin espachurrarlo. Una vez se tienen los triángulos formados, se cocinan sobre la parrilla a fuego medio, para que se doren bien. Cuando ya están casi al punto se pintan con salsa de soja y se deja que caramelicen un poco más.
Baba ganoush o paté de berenjena
Me chifla la berenjena, y asada muchísimo más. La carne melosa, jugosa y cremosa es una base ideal para preparar salsas y dips deliciosos, como esta receta de inspiración etíope, el más conocido baba ganoush, la versión jordana mutabal o la melitzanosalata griega.
Aprovechemos que montamos la barbacoa para elevar todas estas recetas, o las que se nos ocurran, asando en las brasas las berenjenas. Enteras directamente sobre grandes llamas, o cortadas longitudinalmente vigilando mejor el fuego, la clave está en dejar que casi lleguen a quemarse -por eso es mejor colocarlas enteras, la piel las protege-. La carne interior quedará mantecosa y con un sabor potente concentrado irresistible.
Pizza
Quien tenga un horno de piedra que lo aproveche, los demás tendremos que conformarnos con degustar delicisoas pizzas al grill en temporada de barbacoas. La idea no es en absoluto disparatada: con las brasas logramos una corteza crujiente, tostada, sabrosa, delicada y con un toque ahumado fantástico. Y además es facilísimo.
Hay que moverse rápido, así que los ingredientes finales deberán estar listos para ponerlos encima justo antes de servir. Una vez lista la masa, la estiramos y pintamos un lado con aceite y un poco de sal. La ponemos sobre la parrilla y hacemos lo mismo con la cara superior. Cuando salgan burbujas y la parte inferior esté dorada, le damos la vuelta.
Ahora colocamos queso -el queso primero-, dejamos que se derrita un poco y echamos el tomate o salsa. Dejamos cocinar hasta que la masa esté lista y terminamos distribuyendo el resto de ingredientes ya fuera del fuego. Si queremos poner algo que necesite un poco de calor, podemos llevar la pizza a la zona más fría de la barbacoa y taparla durante un par de minutos.
Quesadillas
Me encantan las quesadillas para aprovechar sobras de comidas y preparar un picoteo o una cena rápida informal de chuparse los dedos. En casa nos gustan con la masa bien dorada y crujiente, dejando que el queso interior se derrita y se funda bien con todo el relleno.
Cocinar unas quesadillas a la barbacoa es casi de cajón. Las llamas de las brasas darán todo el calor que necesitan para dejarlas bien doradas, casi con un punto chamuscado -sin pasarnos-, transfiriendo además ese aroma ahumado tan rico que a las quesadillas les irá de miedo. Cuidado con no rellenarlas demasiado para no crear un desbordamiento sobre la parrilla.
Cocas, naan, pitas y otros panes planos
Si la pizza sale rica en la barbacoa, toda la familia de panes planos no iba a ser menos. Desde nuestras deliciosas cocas más tradicionales hasta focaccias, pan naan, pitas o las variantes que tengamos a mano. La cocina india tiene un gran repertorio de panes planos que se cocinan a la plancha o fritos que salen muy ricos en la barbacoa.
Mejor optar por los panes más finos, como esta coca o un naan casero. Solo hay que pincelar la masa estirada con un buen aceite, dejar que empiecen a salir burbujas dorándose la capa inferior y cocinarlos por el otro lado. Simplemente sirviéndolos con un buen aliño de aceite, hierbas y especias ya será una delicia.
El pan de pita griego se puede rellenar para convertirlo en una especie de sándwich. En ese caso podemos dorarlo primero a la parrilla, cocinar después los ingredientes del relleno -¿qué tal un queso feta o halloumi a la barabacoa?- y montarlo todo junto.
Aguacate
Si nunca habéis probado el aguacate cocinado, ya es hora de darle una oportunidad. Usar las brasas para este menester abre un nuevo mundo de posibilidades con esta súper fruta -un poco denostado después de la saturación que hemos tenido por ponerse de moda-.
Se pueden cocinar abiertos por la mitad, sin el hueso, o cortados en cuartos o medias lunas, mejor dejando la piel para manipularlos sin problemas. El formato barquita sirve de base para rellenarlos de lo que se nos ocurra -una ensalada marinera, por ejemplo-, y troceado nos alegrará ensaladas, salsas, bocadillos y tacos.
Frutas de temporada
El día que cociné unos melocotones a la parrilla por primera vez me odié por no haberlos probado antes. La fruta de verano, la llamada de hueso, es excelente para saltear, pasar por la plancha o asar, y, por supuesto, para cocinar en la barbacoa. Melocotones, nectarinas, albaricoques, ciruelas... pero también el melón, la sandía, las uvas o la piña son grandes opciones.
De esta forma ya tenemos el postre perfecto para nuestra barbacoa, que podemos vestir un poco a nuestro gusto. Con helado, sorbete, chocolate derretido, miel o algún sirope, un almíbar ligero, yogur o queso fresco son solo algunas ideas para empezar. También podemos dar un toque crujiente añadiendo frutos secos, muesli o un crumble casero.
Si la fruta es buena y está madura, ya caramelizará sola sobre las llamas, pero podemos potenciar aún más su lado dulce. Por ejemplo, rebozando ligeramente el lado cortado de la fruta en azúcar moreno, pintándola con mantequilla o miel, o con vinagre balsámico. Estas frutas al grill también son estupendas como guarnición en platos salados.
Bizcochos, galletas y otros dulces
Para combinar con la fruta o para servir como postre, también se pueden hacer dulces en la barbacoa. Un método es cocinar la tarta en su molde directamente sobre la parrilla, mejor si tenemos un modelo con tapa, o colocando una plancha para cocinar galletas o tortitas.
Otra alternativa es emplear masas ya cocinadas. Un buen bizcocho estilo cuatro cuartos o Bundt cake, de miga densa y más consistente, es ideal para poner sobre las brasas. Si está algo reseco podemos pintar las porciones con mantequilla, y simplemente cocinarlas unos minutos por cada lado. Se puede probar con casi cualquier cosa que se nos ocurra, desde scones hasta dónuts.
Cocktails y bebidas afrutadas
Obviamente no vamos a cocinar a la parrilla una bebida, pero sí algunos de sus ingredientes. Volvemos a la fruta para aprovechar el poder ahumador y potenciador del sabor de las brasas, que harán los cocktails más acordes con la propia barbacoa.
Los cítricos en general son los componentes más habituales en los cócteles típicos para servir en una fiesta. Lima, limón, naranja o pomelo, pasados por la parrilla, darán un zumo o una corteza con un aroma diferente que puede sorprender. También el tomate, si somos más de bloody mary, o una simple limonada sin alcohol.
Aprovechemos el final del verano con los últimos días cálidos antes de que el otoño haga su entrada definitiva. Algunos disfrutarán de buen tiempo hasta bien entrado octubre, pero no hay que confiarse. ¿Tenéis barbacoa o parrilla? ¿Le sacáis partido de verdad?
Fotos | Mark Levisay - hallosunnymama – iStock.com
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