Es una alternativa nutritiva a los refrescos comerciales con los que podemos hidratarnos en verano y obtener otros beneficios todo el año
El agua de chía es una de esas bebidas virales de los últimos años que suelen volver a cobrar protagonismo cuando más se acerca el verano, si bien podemos tomarla todo el año cuando buscamos alternativas a los refrescos comerciales, zumos o infusiones de siempre. Sin atribuirle poderes mágicos, porque tampoco los tienen las propias semillas de chía, sí que nos aportará beneficios saludables preparándola en casa.
Esta bebida consiste, como su propio nombre indica, en la mezcla de agua potable con semillas de chía crudas en una proporción más o menos variable que puede enriquecerse con otros ingredientes para jugar con el sabor.
La receta básica que se recomienda para empezar, para una persona, consiste en unos 200 ml de agua con una cucharadita -más o menos colmada- de semillas de chía, que debe removerse bien y dejarse reposar al menos una hora en la nevera. Si nos resulta muy suave podemos echar dos cucharaditas de semillas y, al contrario, si está muy fuerte para nuestro gusto, podemos usar una cucharadita rasa y añadir más agua, unos 250 ml.
Como ya sabemos, el reposo hará que la chía se hidrate y libere su poder gelatinizante, pasando sus nutrientes al agua, que adquirirá una textura algo más espesa. Hidratando las semillas también se vuelven más digestivas y el organismo podrá absorber mejor esos nutrientes. Es algo semejante a lo que conseguimos con la mejor manera de consumir las semillas de chía para aprovechar sus beneficios, en preparaciones tipo gachas o puding.
El agua de chía es una bebida más saciante que el agua que además de refrescar e hidratar evitará esos típicos ataques de hambre entre horas, ayudando además a estimular el metabolismo. Aporta fibra y proteínas vegetales, lo que exige un esfuerzo extra al aparato digestivo para procesarlas, de tal modo que influye en la termogénesis inducida por la dieta.
Está claro que solo por beber agua de chía nadie va a conseguir adelgazar, pero sí es una bebida saludable que puede enriquecer los cambios de hábitos para mantener una buena salud y equilibrio, contribuyendo a mantener una buena hidratación sin las tentaciones de recurrir demasiado a bebidas azucaradas, y sumando buenos nutrientes a nuestra dieta.
Prueba a darle un sabor más agradable combinándola con un poco de zumo y rodajas de limón, lima o naranja, hojas de menta o hierbabuena, lavanda comestible, etc.
Imagen | Unsplash/Do Nhu
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