Las patatas fritas tipo chips son, probablemente, el aperitivo más universal y el segundo preferido por los españoles después de las pipas. Sabemos que muy recomendables no son, por eso la industria está intentando ganarse al consumidor que se preocupa por su salud reformulando sus productos o disfrazando de saludable algo que no lo es tanto. Lay's Horno son una de las últimas propuestas en llegar a las tiendas, una línea con la que la marca asegura "revolucionar" el mercado de los snacks comerciales.
Lanzadas a principios del mes de octubre, la última novedad de la marca propiedad de Pepsico no en vano ha coincidido con el final del verano. Justo cuando el consumidor se enfrenta al nuevo curso buscando librarse de los excesos de las vacaciones, aparece una variante de las patatas fritas más populares de la marca pero con una particularidad, bien destacada en el envase: "con un 50% menos de grasas saturadas que las patatas fritas tradicionales".
Es una declaración llamativa pero que, como era de esperar, tiene un pequeño truco, aunque todo el etiquetado del producto siga a rajatabla la legislación. Hay un pequeño detalle en este supuesto revolucionario snack, pues no aparece el término "patatas fritas" para definir o describir el producto en sí. Porque, legalmente, no lo son.
Un "producto de aperitivo de patata"
Para conocer qué es y qué contiene realmente un producto alimentario hay que ignorar todo lo que muestre el paquete y buscar la denominación comercial legal, que suele preceder al listado de ingredientes y la información nutricional. Damos la vuelta a la bolsa y podemos leer "producto de aperitivo de patata horneado"; es decir, no son patatas como tal.
Estaba claro que no podían anunciarse como unas patatas fritas corrientes, puesto que el proceso de horneado es precisamente su gran baza, pero tampoco son simples patatas hechas al horno. Ni siquiera con la tecnología de una industria parece ser posible imitar la deliciosa textura crujiente de una patata frita tradicional sin recurrir a la fritura, por mucho que nos gusten nuestras versiones caseras más ligeras. Quien pretenda encontrar el mismo resultado está condenado a la desilusión.
No nos extraña, por tanto que Lay's haya recurrido a formular un snack elaborado a base de copos de patata deshidratada y otros ingredientes para formar lo que suponemos una masa a la que se da la forma de una patata frita, o algo aproximado, para obtener esta textura crujiente mediante el horneado.
El listado completo de ingredientes, en la variedad 'al punto de sal', es el siguiente:
Copos de patata (66%), almidón, aceite de girasol, azúcar, emulgente (lecitina de soja), dextroa, sal (1,2%), corrector de acidez (ácido cítrico), colorante (extracto de raíz de cúrcuma).
En cuanto a la variedad sabor 'campesinas', el listado se alarga:
Copos de patata (63%), almidón, aceite de girasol, aroma a carne ahumada [harina de trigo, preparaciones y sustancias aromatizantes (contienen trigo), cebolla en polvo (0,3%), pimentón en polvo, tomate en polvo (0,3%), ajo en polvo, prejil (0,3%), correctores de acidez (ácido cítrico, ácido máltico), aroma de humo, colorante (extracto de pimentón)], azúcar, emulgente (lecitina de girasol), dextrosa, sal, colorante (extracto de raíz de cúrcuma).
La gama se completa con el sabor 'hierbas provenzales', que no hemos podido probar, con un listado de ingredientes similar pero además incluyendo suero de leche y lactosa entre los aromatizantes, por lo que solamente el primer sabor descrito estaría libre de alérgenos.
Comparativa nutricional
A continuación detallamos la información nutricional de este aperitivo de patata comparándolo con sus patatas fritas originales, por cada 100 g de producto, incluyendo la versión light que ya tenía la marca -y que sí son patatas auténticas-. Podemos comprobar que el contenido energético total de estos snacks no disminuye tanto al reducir las grasas saturadas, y que además aumentan los azúcares.
Valor energético por cada 100 g | Grasas totales | Grasas saturadas | Hidratos de carbono | Sal | |
---|---|---|---|---|---|
Lay's Horno al punto de sal | 439 kcal | 13,2 g | 1,4 g | 72,1 g (azúcares 4,7 g) | 1,2 g |
Lay's al punto de sal | 509 kcal | 29,2 g | 3,7 g | 52,7 g (azúcares 0,7 g) | 1,2 g |
Lay's Horno campesinas | 438 kcal | 13,2 g | 1,4 g | 71,5 g (azúcares 6,7 g) | 1,1 g |
Lay's campesinas | 501 kcal | 27,9 g | 3,5 g | 53,4 g (azúcares 3,8 g) | 1,4 g |
Lay's Light al punto de sal | 490 kcal | 22,0 g | 2,2 g | 64,0 g (azúcares 0,3 g) | 1,4 g |
Buena textura crujiente con un sabor que se queda a medias
El embalaje de estas Lay's Horno es de buena calidad, con las bolsas típicas pero muy resistentes y algo más sólidas al tacto que otras marcas, totalmente opacas e imitando el diseño de las Lay's originales cuyo sabor quieren imitar. Curiosamente, la variedad 'al punto de sal' contiene 150 g, mientras que las otras dos solo 130 g, aunque es un detalle que pasa desapercibido a simple vista.
A pesar del trajín habitual que sufren estas bolas durante su transporte, nos sorprende encontrar un gran número de unidades completas, sin romper, y es que tienen un grosor notable, sin ser exagerado.
Cada falsa patata está cortada siguiendo una forma hexagonal con cierta pretendida irregularidad, con una forma ligeramente combada y ambas caras surcadas por líneas paralelas, los surcos típicos que nos recuerdan a las Ruffles onduladas, propiedad también de Pepsico.
Es un diseño bien planteado que, por un lado, recrea las curvas que también moldean las Pringles, otro snack fabricado a partir de patatas deshidratadas, pero que por otro busca imitar más el aspecto de una patata frita real y no tanto clones idénticos. La textura crujiente está muy lograda y esa palatilidad al morderlas es su mayor virtud.
El sabor es donde flaquean más. Nos han gustado mucho más las 'campesinas', ya que reproducen bastante bien las cualidades de las primigenias, con sus típicos aromas ahumados y ese punto del pimentón tan característico. Las 'al punto de sal', sin embargo, son demasiado sosas. No están malas, pero se quedan a medias.
Un amante de las patatas fritas de verdad, las de tipo churrería o más artesanas, se sentirá decepcionado. Lo que hace que las chips sean un aperitivo delicioso es precisamente el sabor a patata de verdad y la textura que adquiere al freírse correctamente en buen aceite. Este tipo de productos alternativos solo imitan la forma y la textura crujiente.
Entendemos que sí hay mercado para estos snacks menos grasientos, puesto que el mercado de los aperitivos no ha hecho más que crecer con propuestas más o menos innovadoras. Desde patatas fritas con sabores estrambóticos hasta productos supuestamente más saludables de verduras, veganos o bio, hay todo un filón por explotar.
En conclusión, un snack crujiente con menos grasa pero de consumo ocasional
Las Lay's Horno en realidad no engañan a nadie, si uno lee la letra pequeña. Quieren ofrecer una alternativa con menos grasas saturadas para quienes no quieran renunciar a ese picoteo, pero hay que ser conscientes de que siguen siendo un producto ultraprocesado para consumir moderadamente y de forma ocasional.
Las campesinas, especialmente, gustarán a quien ya fuera fan de las originales, pero quien las pruebe y no quede convencido, recomendamos volver a sus patatas fritas de siempre. La diferencia en términos nutricionales no es tan grande como para que esa reducción de grasas sea una excusa para devorar una bolsa entera a la semana. Ya que te vas a dar ese capricho ocasional, mejor que sea disfrutando de verdad.
Lay'S Al Horno Patata Horneada con Sal, 130g
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