Semillas de cáñamo, el alimento que ha conquistado a los deportistas: origen, propiedades y cómo utilizarlas en la cocina

Las semillas de cáñamo son como pequeños frutos secos que tienen una cáscara exterior crujiente y un centro suave. Si bien están relacionadas con la planta de cannabis, las semillas de cáñamo tienen poco o nada del compuesto psicoactivo THC que se encuentra en la marihuana.

Sutilmente crujientes y de sabor suave, se pueden usar en platos salados y dulces. Pequeñas pero poderosas semillas, son muy versátiles y se pueden espolvorear simplemente en sopas, ensaladas, batidos, usar en galletas y barras, hasta convertirse en una deliciosa leche vegetal. Estas semillas tienen mucho que ofrecer a los fanáticos de la cocina.

Qué son las semillas de cáñamo

Las semillas de cáñamo con casco o "corazones de cáñamo" son la forma estándar en que se venden estas semillas. Toda la semilla está protegida por una cáscara exterior muy resistente, lo que hace que sea más difícil de digerir, y no tan sabrosa, por lo que normalmente se elimina cuando se vende como alimento. La mayoría de las tiendas de alimentación natural o especializadas tienen al menos dos o tres marcas de semillas de cáñamo para elegir. Algunas de ellas son El Granero Integral, Naturgreen o Linwoods.

Al igual que otras semillas y frutos secos, las semillas de cáñamo contienen aceites volátiles que se tornan rancios con el tiempo. Es por eso que es mejor comprar semillas de cáñamo que estén selladas al vacío en bolsas y no en contenedores a granel. Si las conservamos en el congelador, por ejemplo, durarán al menos un año, si no más.

Las semillas de cáñamo se pueden consumir crudas, directamente del paquete o ligeramente tostadas. El agregado de calor amplifica su sabor a nuez, sutilmente mantecoso. Para hacerlo, con tostarlas en una sartén seca a fuego medio-bajo durante 5 a 8 minutos es suficiente, hasta que estén doradas y aromáticas, revolviendo a menudo. Importante dejar enfriar completamente antes de usar.

Origen, cultivo y propiedades

Las semillas de cáñamo son la semilla de la planta de cáñamo, Cannabis Sativa. Si bien el cáñamo es de la misma especie que el cannabis (marihuana), solo contiene bajas trazas de THC (menos del 0,3%), por lo que no genera un efecto peligroso o alucinógeno, y por ende es segura para el consumo humano.

Las semillas son la principal parte comestible de la planta de cáñamo. Las hojas se pueden usar para hacer té, pero la mayoría de los nutrientes están en las semillas. Por lo tanto, los beneficios potenciales para la salud del cáñamo provienen principalmente de sus semillas.

Las formas comestibles de cáñamo incluyen:

• Semillas de cáñamo: como su nombre lo indica, las semillas de la planta de cáñamo. Las semillas de cáñamo tienen un sabor suave y a nuez. Son similares a las semillas de girasol sin sal, pero la textura no es tan dura.
• Corazones de cáñamo: Estas son semillas a las que se les ha quitado la cáscara.
• Aceite de cáñamo: También llamado aceite de semilla de cáñamo, se hace prensando semillas de cáñamo en frío. Al igual que cualquier otro tipo de aceite, el de cáñamo se puede añadir a ensaladas, pastas, arroces y salsas.
• Proteína de cáñamo: Este polvo está hecho de las semillas de la planta de cáñamo y se acostumbra sumar a las proteínas veganas en polvo.

Propiedades y beneficios

Las semillas de cáñamo, poderosamente nutritivas, concentran una increíble cantidad de grasas, proteínas, vitaminas y minerales buenos en una unidad tan pequeña. Son excepcionalmente ricas en ácidos grasos omega-6 y omega-3. Estos omegas no se generan naturalmente en el cuerpo, sin embargo, son esenciales para apoyar la estructura y la función de las células del cuerpo. Este aporte graso nos ayudará a mantener las células en perfecto estado, así como equilibrar los niveles de colesterol en el organismo, que se mantendrán en buenas condiciones, evitando la aparición de enfermedades cardiacas.

Las semillas de cáñamo son una gran fuente de proteína de origen vegetal con 11 gramos de proteína por porción de 3 cucharadas, de acuerdo a WebMD, lo que las hace muy útiles para dietas vegetarianas o deportivas. Además, las semillas de cáñamo son una fuente completa de proteínas, lo que significa que proporcionan los 9 aminoácidos esenciales. Asimismo están llenas de fibra soluble e insoluble, lo que ayuda a una digestión saludable y te ayuda a mantenerte más lleno durante más tiempo. *+Bajas en azúcar y naturalmente libres de gluten**, son ideales en todas las edades.

Vale mencionar su aporte vitamínico, concretamente hay que destacar la cantidad de vitamina A, C, D, B y E. Todas ellas favorecen al buen funcionamiento del organismo. En cuanto a minerales, destaca su contenido en magnesio, un mineral imprescindible para la absorción del calcio, además de ser un relajante muscular y contribuir a disminuir el cansancio y la fatiga. Su combinación de proteínas, hierro, magnesio y vitamina E las convierten en un alimento muy valorado por los deportistas.

En la cocina

Las semillas peladas son muy versátiles y fáciles de usar en la cocina. Tienen un suave sabor a nuez y se pueden añadir a casi cualquier cosa, desde mantequilla de frutos secos, productos horneados, batidos y sopas, hasta tortillas y ensaladas. Son un gran adorno y para espolvorear, los platos de todos los días se pueden mejorar simplemente con una o dos cucharaditas de semillas de cáñamo.

Quedan de maravilla en la mezcla de muesli, barras de cereal o gachas. Mismo, se puede mezclar en batidos o espolvorear por encima de los smoothie bowls. Es posible hacer leche de cáñamo fresca también, con un paño o bolsa de tela, al igual que una leche de avena pero con las pepitas en cuestión.

Las semillas de cáñamo son un gran sustituto para el rebozado a base de pan rallado por ejemplo, ya que tienen la densidad y la textura adecuadas para empanar. Logrando una capa crujiente para el pollo, pescado o hasta tofu. El empanado a base de cáñamo es rico en nutrientes, así como un sustituto sin gluten también. La mezcla se puede enriquecer aún más con avena, harina de maíz y otras semillas, o por ejemplo, con panko para un resultado diferente. Las semillas agregan diversidad a esas recetas que requieren de costras.

Frescas, las semillas se pueden añadir también a los rellenos de pasteles o a las masas de brownies, galletas, magdalenas, magdalenas y panes. Incluso a las masas de panqueques o gofres, complementan muy bien los platos de pasta y son una gran adición a los aderezos para ensaladas cremosos y a base de aceite.

Imagen | Foto 1: Karisssa, Foto 2: sandsun, Foto 3: OlgaMiltsova, Foto 4: Arx0nt
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