Recuerdo siempre cuando Victoria Beckham dijo que España olía a ajo y probablemente tenía razón porque en todas nuestras cocinas, el ajo es un ingrediente que nunca falta. Lo usamos en frituras, asados, guisos, arroces y potajes, entero, picado, sin pelar... de mil y una formas. Hoy quiero contaros siete formas de utilizar el ajo en cocina y muchas recetas para ponerlas en práctica.
Muchas son muy obvias y seguro que ya las utilizáis pero otras no lo son tanto y nunca está de más descubrir otras maneras de usar este delicioso condimento que tanto nos gusta y que forma parte intrínseca de nuestra forma de entender la gastronomía.
Siete formas de utilizar el ajo en la cocina y siete recetas para ponerlas en práctica
1. Ajos laminados para recetas al ajillo
Una de las formas más habituales de usar el ajo es laminar los dientes de ajo y freírlos para aromatizar el aceite. Opcionalmente, podemos añadir también unos aros de guindilla si queremos un toque picante. Con esta forma de usar este ingrediente podemos hacer recetas tan ricas como el conejo al ajillo, las gambas al ajillo o el pollo al ajillo, por poneros algunas de las recetas más sencillas.
2. Ajos enteros en asados y guisos en cazuela
Los ajos enteros, son estupendos en recetas de asados de carnes y aves. Un buen ejemplo es el uso que les dio Esther en su pollo a los cuarenta dientes de ajo, o en la receta de solomillo a la cazuela de Berta. En general, en estas elaboraciones, se usa el ajo entero y sin pelar. También utilizamos los ajos enteros en algunos guisos de legumbres como las lentejas, echándolos a la cocción y retirándolos al terminar la receta para que no los encuentren los comensales en su plato.
3. Ajos confitados
Para que sean más suaves y no repitan, una buena técnica de cocina es la de confitar los ajos en aceite de oliva, mediante una cocción lenta y prolongada, hasta que queden suaves y melosos. Aquí podéis ver cómo confitar ajos para tenerlos listos para otras elaboraciones.
Como ya os conté, el sabor y picante del ajo confitado es mucho más suave que el del ajo crudo aunque mantiene su aroma y sabor. Cuando los utilicéis, comprobaréis como son excelentes para gazpachos y otras sopas frías, así como para aromatizar mayonesas y salsas.
4. Cabeza de ajos al horno, un original aperitivo
Es una forma original y sabrosa de utilizar ajos. Se trata de cortar la cabeza de ajos por la mitad y asarla en el horno hasta que los ajos prácticamente se deshacen. Una vez asados, podemos hacer un paté de ajo asado, ideal para untar en tostas para el aperitivo.
Mi amiga Victoria, pone en cada diente de ajo una especia diferente y los sirve tal cual salen del horno. Es una especie de ruleta rusa porque no sabes qué condimento te va a tocar y siempre triunfa con ese divertido aperitivo.
5. Ajadas y refritos para pescados
Es el toque ideal para rematar un pescado asado como el pargo al horno con patatas que tenéis sobre estas líneas. Se hace laminando los ajos y dorándolos en la sartén como cuando hacemos recetas al ajillo, y se puede terminar la receta de varias formas. Añadiendo un chorreón de vinagre, rebañando la sartén y vertiéndolo sobre los pescados a la parrilla o al horno, al estilo del País Vasco, o añadiendo pimentón -fuera del fuego para que no se arrebate- y echándolo sobre el pescado, al estilo de Galicia. También podemos añadir limón en lugar de vinagre como en esta receta de merluza asada con ajada de limón.
6. Ajos crudos para disfrutar de su sabor
El ajo en crudo tiene un sabor picante y potente, que resulta muy agradable en muchas recetas. Mezclado con perejil, es idóneo para condimentar muchos platos, entre los que destaca sin duda el de los boquerones en vinagre, uno de nuestros platos preferidos para el aperitivo.
También en crudo, el ajo es esencial para preparar salsas como el ajo aceite o all-i-oli perfecto para servir en compañía de arroces, y yo siempre tengo en la nevera un biberón de ajo, perejil y aceite de oliva triturados en la batidora, perfecto para condimentar cualquier receta de patatas, purés, o para elaborar salsas.
7. El ajo en recetas tradicionales
Hay tantas recetas tradicionales que comienzan con un sofrito o que utilizan el ajo como parte esencial de la elaboración que casi no sé por donde empezar. Arroces, guisos y estofados suelen hacerse siempre partiendo de un refrito de ajo picado.
Os recomiendo la receta de la brandada de bacalao, una deliciosa crema para untar y no parar. También la salsa de tomates y ajos asados o desde luego, la maravillosa sopa de ajo, o sopa castellana, sencilla y sabrosa, perfecta para entonarse en los días fríos.
El ajo funciona estupendamente con las recetas de pan y tenemos muchas publicadas como la de pan de ajo tradicional, la del pan de ajo con quesos que puedes ver en vídeo. Podría seguir con recetas de pescados en salsa verde, albóndigas de carne o albóndigas de pescado y muchas otras recetas o formas de utilizar este ingrediente.
Seguro que has echado de menos alguna forma de utilizar el ajo, como las recetas con ajo negro que se elabora por fermentación, o quieres recomendarnos alguna otra utilización que suelas hacer en tu casa. Déjanos un comentario y así tu aportación quedará a disposición de todos los lectores.