Tête de Moine es un queso suizo muy peculiar. Se trata de un pequeño queso que no llega al kilo de peso y posee un gran sabor, suave y aromático. Llama la atención además la graciosa manera de cortarlo, con una girolle que elabora rosetas, formando un corte similar a los claveles.
Este queso posee Denominación de Origen y actualmente es elaborado por 8 queserías suizas, pero no dan abasto y por eso la producción es limitada. Es un queso de leche de vaca con una maduración muy especial en las cavas de las queserías. Según nos contaron, es excelente para elaborar unos ricos aperitivos y más si los preparas en el momento, ya que ofreces el queso recién cortado y gana a la hora de degustarlo.
El queso viene acompañado de una girolle, como podéis ver en la fotografía, el utensilio en cuestión se coloca en el centro del queso y con unos giros, la cuchilla elabora su decorativo corte. Pero además tiene otro secreto, se realiza así para que el queso tenga más contacto con el oxígeno y se potencie más el sabor. La pena es que es bastante caro, ronda los 80 euros la pieza.
¿Has probado este queso?, ¿qué opinión te merece?
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