Su nombre, vainilla, es el diminutivo de vaina. En realidad es el fruto de una orquídea, la Vanilla Planifolia, originaria de México. La trajeron a Europa los conquistadores españoles, y posteriormente se difundió a diversos rincones del globo.
De las vainas, que en un principio no tienen olor, se extrae el principio activo, primero mediante desecación y posteriormente con el uso de alcoholes. Su elevado precio se explica principalmente porque excepto en México, es imposible la polinización de la planta de forma natural. En nuestras tiendas podemos encontrar vainas en polvo, extractos naturales de vainilla, y también existen aromas artificiales.
La vainilla se usa principalmente en la realización de postres, como flanes, natillas...,en combinación con el chocolate, como ya hacían los aztecas, y como no, para hacer helados; aunque cada día los fabricantes y artesanos del helado nos sorprenden con nuevos sabores, la vainilla sigue siendo uno de los clásicos que no pueden faltar.
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