El calentamiento del planeta afecta a todos los organismos vivos, y la calidad del vino también se ve afectada por las nuevas temperaturas. Por eso algunos científicos están trabajando para conseguir vinos preparados para afrontar el cambio climático.
El vino comienza a producirse en los viñedos, donde las uvas necesitan un amplio espectro de temperaturas, es decir, necesitan que haya una gran diferencia entre las máximas durante el día y las mínimas durante la noche.
El calentamiento global ha hecho que en los últimos años, algunas variedades de uva maduren antes de tiempo en la viña y con el fin de evitar males mayores, ya se están estudiando técnicas para poder controlar estos efectos.
El Proyecto Nacional de Investigación CENIT Demeter lleva trabajando 4 años en este proyecto y ha desarrollado ya una uva de la variedad verdejo, capaz de resistir el calentamiento del planeta. En concreto se ha hecho en las Bodegas Matarromera, que destinan un 30% de su presupuesto a I+D+i.
En el estudio, se probó a mantener dos viñedos iguales con dos grados de diferencia entre uno y otro para comprobar los efectos en las uvas y también se experimentó con distintas cantidades de riego, para simular los efectos de la evolución de las temperaturas y la abundancia de agua.
Esperamos que estos estudios contribuyan a la anticipación de los productores al problema porque indudablemente caminamos hacia un escenario bien diferente al actual, en el que estos datos serán muy útiles y necesarios.
Como siempre este tipo de noticias me alegra mucho por los avances científicos que suponen, y a la vez me producen cierta inquietud. De momento el primer vino preparado para afrontar el cambio climático ya existe. ¿Cuál será el siguiente paso?
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