Es irremediable que la vajilla se vaya rompiendo y deteriorando, y cuando alguien rompe un plato en casa lo más habitual es desechar en la bolsa de basura los pedazos de plato con cuidado y diligencia.
Sin embargo, los materiales de los que están fabricadas gran parte de las vajillas hoy en día, tiene otras necesidades de reciclaje que no pasan por el contenedor gris. Actualmente, lo más común es encontrar platos de cerámica, vidrio templado y también de gres.
Por ello, esta diversidad de posibilidades hace que no sea evidente dónde hay que colocar los restos de un plato estallado en mil pedazos.
Según detallan los expertos en reciclaje de Ecoembes, “los espejos, ceniceros, vasos o vajillas también deben ser reciclados en un punto limpio o de recogida”.
Los puntos limpios son esos abarrotados lugares donde se pueden encontrar una infinidad de tipos de residuos. Se recogen y almacenan temporalmente de forma separada porque podrían ser grandes o peligrosos si se arrojasen en los contenedores convencionales.
En estos puntos siempre hay un técnico que informa sobre el proceso para depositar los residuos y puede dar instrucciones al respecto, de manera que el usuario sepa dónde tiene que dejar las cosas concretamente.
En el caso de la porcelana, material cerámico del que están hechos muchos platos, su parecido con el cristal y el vidrio puede tentar a llevarlas a este contenedor, pero no es allí donde va.
Ecoembes remarca que la composición de los tres materiales es distinta, y por lo tanto no se deben mezclar, ya que "la temperatura a la que se deben procesar es diferente, lo que provoca que no puedan fundirse en el mismo horno”.
Según prosigue, la mezcla de estos tres materiales en un mismo contenedor afectaría a la producción del vidrio, provocando defectos en el resultado final”, avisa.
En realidad, el vidrio es un material totalmente reciclable a día de hoy, que permite un gran ahorro de materiales y energía, por lo que cuidar su proceso de reciclado es fundamental.
Vajilla desechable
Harina de otro costal son las vajillas desechables, aquellas que se usan para los cumpleaños infantiles o las fiestas con muchos invitados para escaquearse de fregar.
En este caso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) remarca que como los platos y vasos de plástico desechables son envases, deben ir al contenedor de envases. Si estos son de cartón, deben ir al contenedor azul.
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Sorprendentemente, las pajitas, por el contrario, deben ir al contenedor de restos no reciclables, igual que la cubertería (cuando esta es de cartón duro), algo que se debe a la gran cantidad de suciedad que acumulan.
Fotos | Fernando Lavin/Unsplash, Chris Flaten/Pexels y Tara Winstead/Pexels.
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