Este producto sirve para muchas otras cosas más allá de ser el envoltorio perfecto de cualquier bocadillo
Los bocadillos envueltos e papel de aluminio son un clásico de la cultura española: el bocata de chorizo, el de tortilla o el de bacon con queso hechos en casa o también en bares para llevar se transportan clásicamente en este formato.
Ahora bien, el papel de aluminio es un elemento infrautilizado de la cocina: su uso va mucho más allá del que realmente se le da en la mayoría de hogares españoles, y presenta numerosas posibilidades que muchos no tienen en cuenta.
Más allá de ser el protector de este tipo tipo de comidas, el papel de aluminio tiene otras características que lo hacen idóneo, sobre todo, para limpiar un espacio tan susceptible ensuciarse como lo es la cocina.
El fin del óxido
En primer lugar, el papel de aluminio, convertido en una bolita, es muy útil para eliminar los restos de óxido de los accesorios de cocina.
En concreto, se pueden raspar con un trozo de este elementos como rejas del horno, y elementos como los gadgets de almacenaje de las cápsulas del café quedará brillantes si se someten a sus masajes.
Limpiar los cubiertos
Otra maniobra en la que salen victoriosos los papeles de aluminio es en su función como limipadores de los cubiertos, eso sí, no de cualquier tipo. Según avisa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el papel del aluminio puede ser útil para limpiar la plata, un metal que se oscurece en contacto con el aire al forma rsulfuro de plata, que es negro.
Precisamente el truco original consistía en limpiar la plata poniéndola en contacto con papel de aluminio dentro de un recipiente con agua caliente y bicarbonato: el aluminio atrae al azufre del sulfuro de plata para formar sulfuro de aluminio, con lo que la plata queda brillante y lo que se oscurece es el papel de aluminio. La cubertería y los objetos de plata recuperan su brillo, mientras que el papel de aluminio queda oscurecido.
Manga pastelera
Aparte de sus propiedades físicas, el papel de aluminio también es una versátil solución para dotarse de una manga pastelera, en caso de no tener y necesitar una de urgencia.
Basta con enrollarla y esparcir la crema pastelera o la nata en su interior y presionar como se hace habitualmente. Su endeble pero consistente firmeza será suficiente como para aguantar esta técnica de repostería.
Embudo improvisado
En el mismo sentido, el papel de aluminio también es un embudo improvisado para meter un líquido en cualquier recipiente de boquilla pequeña. Bastará con enrollarlo sobre sí mismo y ver el líquido que necesitamos traspasar.
Protector de armarios
Otra aportación de este elemento a las cocinas es su capacidad protectora de la superficies. Aunque es cierto que entiendas como Ikea o Temu existen numerosas opciones para proteger los armarios, en su ausencia, una opción más económica es poner papel de aluminio para que los envases no causen rozaduras ni manchas en la madera, especialmente elementos como el aceite o la miel.
Como tapa
Evidentemente, conservar la comida sin interferencias de otros elementos de la bolsa la que se guarda es la gran función del papel de aluminio, pero no por ello hay que dejarla de lado.
Más allá de los bocadillos este papel puede usarse para tapar fiambrera y almacenarlas en la nevera, aunque hay que recordar que su cierre no es estanco, como si lo es el del papel film.
Protector de congelación
Por último, un uso similar de conservar la comida en el mejor de sus estados, también está relacionado con los alimentos, pero en este caso para la congelación.
Muchos creen en la necesidad de congelar en tuppers, pero la posibilidad de hacerlo enrollando el alimento en papel de aluminio también es muy exitosa y permite una correcta conservación.
Fotos | Freepik y Sternsteiger Stahlwaren/Pexels.
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