Ni en medio de la ciudad ni mucho menos en casa: las palomas son las aves más molestas que viven a nuestro alrededor y su espíritu carroñero las atrae sin medida hasta el interior de los hogares, en especial de la cocina, de donde salen suculentos olores y donde hay restos de comida.
En función de donde se viva y a qué altura, la presencia de estos animales puede llegar a ser perturbadora, no tanto por efecto Pájaros Hitchcock, como por la higiene de la que carecen y los estragos que causan sus excrementos por su elevada capacidad de corrosión.
Pero nada está perdido, así que no hay de qué preocuparse porque echarlas de la cocina tiene truco, y además este no pasa, por suerte, por ponerles pinchos en la repisa de la ventana o suministrarles ninguna sustancia.
Con algunos pequeños trucos, solo quedará pensar en las palomas como suculentos bocados a base de tierno pichón con maíz, y olvidarse de su vertiente más desagradable. Al final, hay que pensar que todo lo que corre, nada o vuela, a la cazuela.
Sonidos y líquidos
Según los expertos de la empresa Ibertrac, hay cuatro formas de disuadir a estas aves en el hogar. La primera de ellas, con sonidos repelentes gracias a diferentes aparatos que emiten un ruido que las espanta, aunque esta solución resulta algo molesta también para los humanos, que oyen el en esta frecuencia y pueden agotarse después de horas de escuchar estos aparatos.
Son más indicados para tejados que para cocinas, o, para poner en invierno en el exterior que ahora que empiezan a mantenerse abiertas las ventanas. Aunque los aparatos inaudibles para las personas también sirven para las palomas hay que saber que pueden perturbar a otros animales domésticos cercanos al lugar.
En segundo lugar, se pueden espantar con olores en forma de pastas o líquidos que emiten un olor que las asusta. Esto es: con líquidos que les molesten.
No obstante, esta solución puede generar irritación en sus vías respiratorias y es importante además ir rellenándola con regularidad, de modo que no es una opción demasiado cómoda.
Estos líquidos también se encuentran disponibles en forma de pasta, muy útil si se sitúa en una ventana ante la que realmente no hay nada, pero impráctico si delante de ese espacio pasan personas.
Darles miedo
En tercer lugar, uno de los mejores trucos es usar ahuyentadores visuales de plumas: “Son objetos fijos o animados con formas que las asustan, como búhos de plástico o cometas”, detallan desde la empresa.
Este es el clásico ejemplo de los antiguos CD, ya que su movimiento con el aire y los destellos que producen espantan a estos pájaros. No obstante, los búhos son siempre un mejor reclamo, ya que las palomas tienen “terror” a estas aves, más en versiones en las que oscilan ligeramente la cabeza y emiten sonidos.
El halcón cometa, de más difícil instalación, también ahuyenta a estas aves pero sucede lo mismo que en el caso anterior: estas acaban por acostumbrarse. Los expertos aconsejan incluso moverlos de lugar de forma regular.
Una solución de último recurso, en caso de no lograr sacarlas de otro modo, puede ser cubrir la zona que ocupan normalmente con redes, aunque esta opción es aparatosa. También, instalar trampas, pero es algo que no está bien visto.
La prevención, gran aliada
Para evitar llamar la atención de las palomas hay que seguir un conjunto de consejos de gran sensatez: el primero de ellos, no dejar comida a la vista ni accesible. Lo mismo con las basuras: que no estén al alcance.
No dejar espacios en los que puedan posarse tranquilamente, como repisas, y llenarlos, por ejemplo de macetas u objetos que impidan su comodidad. También hay que evitar los espacios donde anidar y que tengan acceso al agua.
Las plantas que evitarán su presencia
De hecho, el uso de plantas es muy útil para evitar su presencia porque sus características hostiles y sus olores ayudarán a reducir todavía más su presencia.
Los cactus son grandes aliados porque proporcionan una zona de espinas natural ante la que no habrá que instalar ningún renglón de pinchos. Las palomas recordarán que en esa zona no se está a gusto.
La albahaca desprende un delicioso aroma para acompañar la pasta per no resulta nada apetecible para ellas. Igualmente, el romero tampoco es santo de su devoción.
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Lo mismo ocurre con la lavanda y con la planta gatera, unas decoraciones vegetales que embellecerán la ventana de la cocina y, a la vez, disuadirán a estos animales.
Fotos | Tejas Prajapati/Pexels, Rui Neves/Pexels y Foto de Sneha Cecil/Unsplash.
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