Aunque la sequía ha remitido ligeramente, nunca es un buen momento para malgastar agua, un bien tan preciado y que tanto escasea en algunas zonas del mundo y momentos del año.
Los platos y toda la gestión de la cocina son uno de los grandes puntos de gasto de agua, junto a las duchas y lavadoras. Por ello, este momento es idóneo para intentar ahorrar agua en casa.
Una buena noticia es que una de las mejores formas de ahorrar agua se encuentra en cómo fregamos los platos (a mano).
Este es el conocido como sistema lavavajillas navy, esto es: un fregadero doble que permite llenar la mitad con uno o dos centíemtros de agua caliente y jabón (tapado para evitar que el agua se escurra), y después dejar los platos en remojo.
Bastará con algunos momentos para ablandar los restos de comida incrustados en los platos antes de fregarlos con agua y jabón mientras se van acumulando en este fregadero.
Enjuague de una vez
Después, hay que enjuagar rápidamente todos los platos al mismo tiempo mientras corre el agua.
Esto marca totalmente la diferencia con aquellos que friegan los platos mientras el agua corre sin parar, o que los enjuagan individualmente después de ir enjabonándolos.
Este stop en el libre fluir del agua del fregadero es capaz de ahorrar grandes cantidades de agua. No se trata, no obstante, de un innovador sistema, sino que es lo que siempre se ha hecho cuando la abundancia no era la amiga de nuestras sociedades.
Un solo fregadero
Incluso, este sistema puede hacerse aún teniendo solamente un fregadero. Solo hay que llenarlo con agua caliente ligeramente y colocar los platos en la zona de secado limpia, antes de pasar a enjuagarlos al mismo tiempo.
Esta es una forma muy sencilla de conservar el agua y limitar la huella ecológica de cada uno, a la vez que contribuimos a la lucha contra la sequía.
Foto | Joana Costa
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