El milagro de la limpieza en la cocina se llama piedra blanca, aunque quizás a muchos no les suene porque también recibe otros nombres como La Fantástica, La Auténtica o simplemente como arcilla blanca.
Se trata de un limpiador multiusos sólido, ya que entre sus impresionantes funcionalidades sirve tanto para limpiar, como para desengrasar e incluso, para sorpresa de quienes la prueban por primera vez, para devolverle el brillo a los metales.
Otra de sus ventajas es que se trata de un limpiador natural, normalmente ecológico (según el fabricante) y biodegradable, y en la publicidad de las diferentes marcas que la fabrican se anuncian incluso propiedades prácticamente milagrosas.
Suciedad en superficies no delicadas
Según explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el terreno concreto, esta solución de limpieza está pensada, gracias a sus propiedades ligeramente abrasivas, para eliminar la suciedad y tratar manchas en superficies que no sean delicadas.
Aparte, tiene un porcentaje bajo de tensioactivos, desde simples trazas hasta un 7,9%, en función de cada producto. Estos tensioactivos son principalmente jabón, por eso es un producto biodegradable.
Así, aunque la mayor parte de los ingredientes son naturales, en ocasiones se añaden otras sustancias, con lo que la composición exacta varía de un fabricante a otro y es importante revisar los principios, avisa la OCU.
Hay que frotar sí o sí
En cuanto a la aplicación de la piedra blanca en las diferentes superficies, es importante saber que no queda otra que frotar, ya que este remedio carece de ese plus de eficacia que aporta la acción química de los productos limpiahogar.
Por ello, sus efectos se consiguen frotando con suavidad y poco a poco, con movimientos insistentes, que compensan con creces si no se olvidan los efectos positivos que tiene esta solución de bajo impacto ambiental.
Casi de todo
La limpieza con la piedra blanca permite actuar casi con todo, y es una gran aliada en la mayoría de casos. En cuanto a la cocina, merece la pena usarla para limpiar paelleras, las parrillas de las barbacoas y la base de las cacerolas y sartenes (nunca la superficie antiadherente), pues ayudará a quitar la grasa incrustada.
Esta solución también sirve para limpiar zonas sucias y manchas en paredes blancas, ya que a menudo su acción evitará una mano de pintura in extremis. Cuidado, no debe confundirse con el borrador mágico de superficies como Mercadona.
La piedra blanca también sirve para eliminar suciedad incrustada en las baldosas y azulejos de la cocina, especialmente en zonas que llevan tiempo sin usarse. Asimismo, también puede emplearse para pulir y renovar metales, a los que, con una aplicación suave, les permitirá recobrar su brillo.
Esponja y guantes
Sea cual sea la superficie que quiere limpiarse, para aplicar la piedra blanca es necesaria una esponja (corriente) suave y húmeda con agua (presente en la mayoría de packs de este producto) y solo hay que frotar con cuidado.
Hay que tener en cuenta que la acción combinada de la piedra blanca y la esponja dota al conjunto de un ligero poder abrasivo, inferior al de un estropajo verde, según explica la OCU.
“Aun así, conviene frotar con delicadeza para no dañar la superficie, muchas pasadas suaves son suficientes para retirar poco a poco toda la suciedad”, añade la organización, que recomienda usar guantes en su aplicación.
LA FANTASTICA PIEDRA BLANCA (ARCILLA CON REGALO DE ESPONJA) BOTE 600 GRAMOS
La piedra blanca no es un producto barato, pero la buena noticia es que los botes cunden bastante porque contienen entre 375 y 600 gramos, y el precio medio por kilo es de 21,56 euros.
Fotos | Liliana Drew/Pexels, Leroy Merlin, Cottonbro studio/Pexels y Leeloo Thefirst/Pexels.
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