El secreto para que tus bolsas de congelados queden bien cerradas está en cómo las abres

Los congelados son una gran solución en la cocina porque permiten ahorrar mucho tiempo y en algunos casos dinero en las elaboraciones que tienen más prisa y menos presupuesto.

Patatas fritas, guisantes, menestras de verduras, salmón, coliflor o sepia, cualquier ingrediente que aterriza en el congelador lo suele hacer con un formato similar: en bolsas de plástico preparadas para proteger el producto.

Ahora bien, una vez abrimos la bolsa para usarla en nuestras preparaciones culinarias suele quedar mal cerrada y en ella se forma escarcha, y lo que es peor: fuertes olores que el congelador almacena en su interior, como los de pescado.

Por ello es tan importante mantener las bolsas bien cerradas y que ello sea también tarea fácil, pues, por ejemplo, en medio de una paella, no se puede pedir mucha dedicación a cómo se cierra la bolsa de guisantes.

Pues más allá de la posibilidad de tener tropecientas pinzas con las que ir precintando todo producto de la cocina, hay un truco muy sencillo con el que mantener todas estas bolsas cerradas a cal y canto, y no requiere de ningún accesorio extra para cerrarla.

Así lo han popularizado en redes sociales algunos influencers, que muestran cómo simplemente el secreto está en cómo se abre la bolsa y cómo puede usarse después gracias a esta decisión inicial.

En concreto, hay que abrir las bolsas de congelados con unas tijeras dibujando un semicírculo en la parte superior, de manera que queden dos franjas en los laterales superiores.

Con este sencillo gesto (y en lugar de abrir la bolsa por uno de sus extremos como es habitual), después de usarse se podrá cerrar como si de una bolsa de plástico de supermercado (de las de antaño) se tratara, es decir, cogiendo de los dos extremos y haciendo un nudo.

Este sencillo gesto volverá a aislar el producto del exterior, de forma que tendrá una mejor conservación que quedando simplemente doblado sobre sí mismo.

Foto | Freepik

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