Cuando se lavan los platos a mano y se acumulan en un escurreplatos al lado del fregadero (sin zona de secado, típica de acero inoxidable) hay algo que oscila entre la repugnancia y el caos: el agua que cae y se acumula debajo de este.
Muchas son las soluciones acuñadas a lo largo de los años: quizás el peor de todos los remedios es una alfombrilla escurreplatos que funciona con la lógica de un empapador.
Por muy grueso y de calidad que sea este accesorio, no se tiene en cuenta que enseguida llega a su punto de saturación y desborda aguas limpias y quizás no tan limpias hacia el fregadero y la encimera.
Para más inri, si esta alfombrilla no se ha secado entre lavado y lavado da la sensación (certera) de que aquello que suelta con las aguas limpias también son bacterias y mohos atrapados en su interior gracias a la fiesta de la humedad proporcionada por nuestra parte.
Por ello, esta solución, de ser la que se adopta en casa, debe ser a manos de personas muy cuidadosas con la higiene que también se encargan, después de lavar, de escurrir esta alfombrilla y dejar que se seque (algo solo posible en verano si únicamente se dispone de un ejemplar).
La bandeja que se colma
Otra no menos agradable solución es la de colocar una bandeja debajo del escurreplatos. Esta se irá llenando y cuando esté a punto de colmarse puede vaciarse en el fregadero a la espera de nuevas riadas.
Aunque parece una mejor solución, no hay que dejarse engañar por su apariencia de sencillez, pues al coger la bandeja será muy difícil que el agua no desborde por uno de los lados y todo lo que se ha escurrido termine sobre nosotros o esparcido en la encimera.
Una solución que tampoco es mejor es dotarse de una bayeta y, sin nada debajo del escurreplatos, dejar el agua caer libremente sobre la encimera e ir dando pasadas con este trapo absorbente para evitar que regalime por los armarios.
La definitiva
En fin, ante la ausencia de soluciones efectivas para todos aquellos que tienen que lavar a mano sin tener la fortuna de contar con un armario escurreplatos colocado sobre la pica (como se hacía antiguamente), existe un último bastión para resolver la papeleta con mucha dignidad.
Se trata de un escurreplatos móvil, de la empresa Netel, para desplazarlo sobre el fregadero y dejar que el agua caiga directamente sobre este, como si de un mueble antiguo se tratara, pero absolutamente de quita y pon.
Este sistema, de acero inoxidable, se agarra con unas ventosas a la encimera y está diseñado como un espacio de almacenamiento donde caben accesorios, platos, vasos y cubiertos, en tres niveles diferentes.
En contra tiene su precio, de 70 euros, que no es muy económico (aunque ahí es nada si se compara con el engorro que nos saca de encima). Sin embargo, no es la única marca que lo fabrica y pueden encontrarse opciones a mejor precio.
Tampoco son muy atractivas sus dimensiones, que con 64 centímetros de largo y 78 de alto no resulta discreto. De nuevo, existen diferentes modelos en el mercado con dimensiones más pequeñas.
Sin embargo, tiene entre sus ventajas que permite dejar espacio libre sobre la encimera, nada desdeñable si se comprar con el que ocupa el escurreplatos tradicional.
En redes ya se están destacando sus virtudes, con vídeos que lo consideran propiamente “una salvación”.
NETEL Escurreplatos sobre Fregadero, Escurridor de Platos, Organizador Cocina, Estante de Secado de Platos de Acero Inoxidable de 3 Niveles, con Soporte para Utensilios, Longitud 84cm, Negro
Además, este gadget también permite disfrutar de una cocina más ordenada y limpia, incluso mientras se secan los platos.
Fotos | Brett Jordan/Pexels, Nathan Dumlao/Unsplash y Amazon/Netel
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