Tres (útiles) usos de la piedra de limpieza en la cocina

La piedra de limpieza es conocida por sus grandes dotes en cuanto a la higienización de los espacios, pero sobre todo, por su poder de sacar el brillo allí donde ha desaparecido por completo.

Este producto de limpieza cuenta con grandes ventajas, y es además muy versátil a la hora de aplicarlo en diferentes superficies del hogar, y concretamente de la cocina, una estancia que se ensucia a diario y en repetidas ocasiones, y que es muy importante mantener limpia para alejar al máximo las plagas.

La piedra de limpieza sirve en primer lugar para terminar de pulir y limpiar la vitrocerámica y dejarla como si estuviera recién instalada. En concreto hay que repartirla por toda la superficie con movimientos circulares y una esponja húmeda y dejarla actuar, para después retirarla y comprobar como su brillo sea posado sobre toda nuestra placa.

Otro remedio para el que este producto es muy útilson los culos de las sartenes, que se someten a las llamas del gas o en cualquier caso al calor extremo de las placas y que terminan por dañarse de forma aparente.

Pues bien, este producto también puede aplicarse en estas zonas y, dejándose actuar unos pocos minutos antes de re retirarlo con un paño húmedo deja resultados muy visibles.

Otro espacio en el que este producto es clave, son las juntas de los azulejos de la cocina, que, sin que nos demos cuenta, se van ennegreciendo con con el paso del tiempo y van acumulando grasa y suciedad muy poco a poco pero firmemente.

Basta con poner esta solución sobre una esponja y pasarla con algo de presión sobre las juntas para después retirarla y de nuevo, comprobar que ese color negruzco se ha eliminado y nuestra cocina vuelve a brillar como el primer día y, sobre todo, como un espacio inmaculado.

Fotos | Karolina Grabowska/Pexels

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