El utensilio imprescindible para que bayetas y estropajos queden bien secos (sin crear caldos de bacterias)

Una de las sensaciones más desagradables a la hora de lavar los platos a mano es la de tocar la esponja o la bayeta en su recipiente y que esta siga mojada respecto al anterior uso.

No obstante, esto va más allá de ser simplemente una desafortunada sensación para convertirse en una práctica nada recomendable en lo que a bacterias y gérmenes se refiere.

Las esponjas, bayetas y todo tipo de paños usados para la limpieza acumulan en sus fibras este tipo de microorganismos que proliferan con mucha rapidez en aguas caldosas como la que queda al dejar la esponja en una especie de bandeja, como hacen muchas personas.

En el otro extremo, lo ideal es que se sequen por completo entre uso y uso, de manera que las bacterias que hayan quedado no tengan forma de sobrevivir o, al menos, de reducir al máximo sus posibilidades.

Sin embargo, para conseguir este eficaz secado muchos tienden sus paños y bayetas encima del grifo o en un lado del fregadero, permitiendo que les dé el aire a costa de la pérdida estética que supone tener paños aquí y allí de forma random.

Para poner orden en este inconveniente del lavado a mano, un sencillo accesorio de cocina tiene la solución ideal para ser a la vez un recipiente donde guardarlas y también un escurridor de bayetas y esponjas.

Este accesorio va enroscado al mismo grifo gracias a un tope, sin instalación alguna más allá de este gesto de apretarlo al caño, de forma que se puede cambiar fácilmente de emplazamiento en un momento dado.

Sobre esta bandeja con varillas por las que pasa perfectamente el aire, cualquier esponja quedará totalmente seca entre uso y uso. Aparte, esta dispone de otros accesorios y es útil también para colocar el jabón lavavajillas.

Imágenes | iStock Christopher Stokey

En DAP | Cómo y cada cuánto limpiar el cubo de basura de la cocina

En DAP | Los peligrosos huéspedes que puedes tener en este lugar concreto de la nevera que nunca limpiamos