Hay ocasiones en las que somos nosotros mismos los que ponemos impedimentos para generar cambios. Sobre todo en lo relacionado con la protección del medio ambiente. Y es que es habitual pensar que acciones individuales y cotidianas como reciclar, ahorrar energía o practicar la cocina de aprovechamiento no tienen un verdadero impacto sobre la salud del planeta.
Sin embargo, cada vez más estudios indican que las pequeñas acciones son determinantes en la lucha contra el cambio climático. La propia ONU, de hecho, tiene en marcha programas que invitan a reducir las emisiones de CO2 con gestos cotidianos. Entre ellos, usar el transporte público, reducir el consumo o incluir productos ecológicos en nuestra alimentación que nos ayuden a comer más saludable.
Pero, sin duda, uno de los grandes retos de un futuro más sostenible se encuentra en nuestra propia cocina. Es el escenario perfecto para poner en práctica multitud de ideas que harán que nuestro día a día esté más alineado con el cuidado del medioambiente. Una tarea que, además, IKEA nos pone cada vez más fácil con toda su gama de productos, soluciones y propuestas sostenibles.
Planificación, la clave para evitar el desperdicio
El llamado batch cooking (es decir, hacer una sesión de cocina semanal para comer durante los siguientes siete días) es una práctica que cada vez gana más adeptos. Se trata del método perfecto para aquellas personas que no tienen mucho tiempo, sobre todo porque les permite comer de forma más consciente y saludable, pero también porque se evita el desperdicio alimentario.
Un buen truco es pensar en dos primeros platos y dos segundos que podemos intercambiar entre sí a lo largo de la semana. Y, aparte, podemos tener siempre disponibles ingredientes básicos como hortalizas para hacer ensaladas rápidas, frutas y grasas saludables (como los frutos secos o el aguacate).
Cuando ya sepamos lo que queremos preparar, tenemos que cotejar qué ingredientes tenemos ya en casa y cuáles no y, en base a esto, hacer la compra. Eso sí, lo ideal es adquirir siempre productos de proximidad para evitar la huella de carbono y favorecer la producción local.
Una vez tengamos el batch cooking preparado, los tápers se van a convertir en nuestro mejor aliado. Podemos dejar ya los platos preparados y listos para transportar -por ejemplo, a la oficina- en versiones más pequeñas, como el BESTÄMMA Bote con tapa, vidrio 2,49€, cuya capacidad de 500 ml es perfecto para menús individuales. Aunque, si trabajamos desde casa, también es recomendable usar métodos de almacenamiento más grandes para las diferentes elaboraciones, como el IKEA 360+ Bote con tapa, rectangular vidrio/plástico 5,49€, que se encuentra disponible en diferentes colores y acabados.
También es muy interesante hacernos con un surtido amplio de tápers, como los PRUTA Bote, juego de 17 6,99€ o los IKEA 365+ Bote con tapa, cuadrado/vidrio 5,99€/3 uds y tener muchas alternativas para guardar la comida y transportarla. De hecho, si somos de las que hacemos la compra a granel, también nos ayudarán a tener las legumbres, pastas, cereales o frutos secos perfectamente ordenados y listos para usar.
El ahorro energético, siempre presente
La cocina es uno de los espacios del hogar que más energía consume, por eso siempre es conveniente revisar qué elementos pueden estar generando más gasto y, si podemos, intentar poner solución. Por ejemplo, los electrodomésticos tipo A+, como el UNDERVERK Extractor integrado 399€ o el FINSMAKARE Horno aire forzado 999€, son mucho más eficientes y nos harán percibir un ahorro importante casi de inmediato.
Lo mismo ocurre con las placas de inducción, en comparación con las vitrocerámicas tradiciones. La que vemos en la imagen de arriba es TILLREDA Placa inducción portátil, ideal si necesitamos un fogón complementario, o si no queremos hacer un gran gasto (59€). O, incluso, con el lavavajillas, que nos permitirá ahorrar agua, reducir el consumo de luz (si tenemos un termo eléctrico), y ganar mucho más tiempo en la cocina.
Tampoco está de más chequear el tipo de bombillas que tenemos en la cocina y cambiarlas por otras tipo LED. En IKEA podremos encontrarlas en diferentes diseños, tamaños y lúmenes, por lo que podremos dar este paso de manera sencilla y económica.
Por otro lado, si estamos pensando en crear o reformar nuestra cocina, también podemos plantear zonas de frío y calor, emulando a las cocinas profesionales. Haciendo esto, evitaremos que el frigorífico gaste más intentando mantener la temperatura cuando se encuentra muy cerca del horno y, por supuesto, los alimentos se mantendrán más tiempo en perfectas condiciones.
Por último, también podemos poner en práctica trucos caseros de siempre, como apagar antes el horno para terminar la cocción con el calor residual. Apenas un pequeño gesto que nos ayudará a ahorrar y tener un día a día más sostenible.
Reduce
Reducir es nuestra forma de asumir que no es necesario consumir tantos recursos para tener un estilo de vida más ecológico. Por ejemplo, un menor consumo de carne y pescado en favor de la alimentación plant based va a ser siempre la elección más responsable.
Y para esto son muy buenos aliados los alimentos certificados y de origen vegetal disponibles en IKEA, que son garante de las prácticas más sostenibles y, a su vez, toda una invitación para inspirar nuevas recetas de cocina.
Reutiliza antes de comprar
Insistimos mucho en la organización, pero es el método definitivo para ser más sostenibles en la cocina. Por eso, antes de tirar o comprar, es importante hacer inventario de lo que ya tenemos. No imaginas la cantidad de recetas que se pueden hacer con un poco de ingenio y los tres ingredientes que tenemos en nuestra nevera.
Además, con productos como el juego ÖVERMÄTT campana de alimentos 4,99€, que podemos colocar directamente sobre frutas y verduras o sobre recipientes, será mucho más fácil hacer este ejercicio de rescatar ingredientes antes de que se estropeen.
Lo importante es que estemos abiertos a la creatividad porque hay muchísimas formas de practicar cocina de aprovechamiento. Por ejemplo, se pueden usar las pieles y tallos de verduras para hacer caldos, los huesos de la papaya para elaborar una versión diferente de granos de pimienta o la piel de los tomates que, si la secamos, nos ayudará a hacer una deliciosa sal de sabores.
Recicla siempre
El reciclaje, más que una elección, tiene que ser un hábito. Separar la basura es el paso más importante para mantener una economía circular: sin desperdicio y con nuevas vidas para materiales como el vidrio, el cartón o los envases.
HÅLLBAR Solución clasificación residuos 68,98€ es una opción muy buena para empezar a clasificar la basura en casa porque incluye hasta seis contenedores diferentes. Perfectos, por ejemplo, para separar envases de plástico y latas, tarros y botellas de vidrio, envoltorios de cartón, restos y, si tenemos la opción, materia orgánica para compostar. Incluso, también podemos usar sus contenedores más pequeños para pilas, bombillas o elementos que necesitan una gestión diferente.
Presta atención a los materiales
No siempre tenemos en cuenta la huella de carbono que se genera cuando se fabrican ciertos productos, por eso es importante revisar el origen de los materiales y su durabilidad en el tiempo. En este sentido, IKEA cuenta con más de 4000 productos calificados como sostenibles, que nos pueden ayudar a reducir los residuos de muchas maneras.
Los objetos de vidrio, bambú o acero, por ejemplo, son elecciones perfectas para incluir en utensilios de cocina en forma de recipientes, tablas de cortar o boles. Pero también es muy interesante la silicona, con soluciones tan cómodas como la BAKTRADITION Lámina de horno, con la que evitaremos usar papel de horno, aluminio u otros recursos de un solo uso.
También es buena idea sustituir las servilletas de papel por otras de tela, que se pueden lavar en la lavadora. De hecho, nos podemos hacer con diseños neutros como el VÅRARV Servilleta 4,99€/4 uds o el OMBONAD Servilleta 9,99€/4 uds, ideales tanto para el día a día como para ocasiones especiales.
Cocina tus básicos siempre que puedas
Nos hemos habituado a comprar muchos básicos de cocina ya preparados. Sin embargo, con un poco de organización y tiempo descubriremos que, si cocinamos más, podemos limitar los residuos (y, de paso, ahorrar mucho). Por ejemplo, en vez de comprar yogures envasados todas las semanas, es interesante hacerlos nosotros mismos con una yogurtera y dar sabor con un poco de fruta troceada.
Lo mismo ocurre con el pan, que es mucho más fácil de preparar de lo que pensamos. Es más, si somos muy ‘cocinitas’, pronto nos daremos cuenta de que es una actividad culinaria de lo más apasionante. Eso sí, si no tenemos mucha ‘maña’, siempre podemos hacernos con una panificadora o un robot amasador.
También es muy entretenido estudiar los métodos alternativos de conservación, como la deshidratación de alimentos, los encurtidos o los fermentos. Nos ayudarán a seguir protegiendo el planeta, a la vez que nos adentramos en un apasionante mundo de nuevos sabores, texturas y posibilidades. Y eso sí que es un dos por uno en favor de la sostenibilidad.
Imágenes | IKEA