Hay veces en las que nos apetece darnos un capricho, comer algo sano, pero también sabroso y diferente. Para esas ocasiones, una quiche de espinacas y queso se perfila como la receta ideal. Se trata de una elaboración fácil, que no necesita mucho tiempo ni dedicación, pero que nos ofrece un resultado exquisito para disfrutar en compañía.
Si bien la quiche es, por sí sola, una receta sin complicaciones, hay trucos para conseguir que sea aún más sencilla y rápida de preparar, como emplear la masa brisa de Buitoni, fácil de manipular, fina y firme para brindar un bocado final muy crujiente.
Ingredientes
- 1 masa brisa Buitoni
- 392 ml (2 bricks) de leche evaporada para cocinar Ideal
- 500 g de espinacas frescas limpias
- 75 g de queso emmental rallado
- 4 huevos
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal
- Pimienta blanca
Tiempo de preparación
20 minutos
Tiempo de cocción
55 minutos
Dificultad
Fácil
Elaboración de la quiche de espinacas y queso paso a paso
Esta receta no tiene misterio, pero quizá la mayor dificultad sea la de tener paciencia y dar al horno tiempo suficiente para que trabaje y nos brinde la mejor versión de nuestra quiche de espinacas y queso. Ya se sabe: en la cocina, las prisas son malas consejeras.
Preparamos la base de la quiche
Comenzamos el proceso de cocinado precalentando el horno a 180 ºC. Mientras, desenrollamos la masa brisa de Buitoni y forramos con ella un molde desmoldable de tarta. Pinchamos el fondo de la masa varias veces con un tenedor y la cubrimos con el papel en el que venía envuelta, presionando bien las paredes.
Horneamos la masa durante 10 minutos, retiramos el papel y horneamos durante 5 minutos más. La razón por la que hacemos esto es porque la masa necesita más tiempo de cocción que los ingredientes que servirán de relleno de la quiche (que cocinaremos previamente).
Con este paso, vamos agilizando el horneado y, además, evitamos que la masa o el relleno se cocinen en exceso y se resequen.
A por el relleno
Entretanto, preparamos el relleno de la quiche. Para ello, añadimos una cucharada de aceite en una sartén y, a fuego medio, salteamos las espinacas durante 2 o 3 minutos. Las retiramos del fuego y las colamos, presionando bien para que suelten todo el líquido que han generado.
En un bol, batimos los huevos, los mezclamos con la leche evaporada Ideal y salpimentamos al gusto. Podemos emplear un mix de pimientas y sales para un resultado más original.
Mezclamos las espinacas ya coladas con el queso emmental y repartimos en la base de la quiche (ya horneada durante unos minutos). Sobre esa base, vertemos la combinación de huevos y leche Ideal.
Horneamos la quiche de espinacas y queso
Introducimos nuestra tarta salada en el horno durante 35 o 40 minutos. ¿Cómo saber que ya está lista? Cuando su superficie adquiera un bonito color dorado o cuando introduzcamos un palillo o cuchillo y este salga limpio estará completamente cocinada.
Al finalizar su cocción, dejamos que repose durante unos minutos fuera del horno para que se asiente. ¡Lista para servir!
Trucos y consejos para una quiche de espinacas y queso
Para darle un poco de color y un extra de sabor a nuestra quiche de espinacas y queso, podemos coronarla con una serie de toppings, como tomates cherries partidos por la mitad y medallones de rulo de cabra.
Bastará con repartirlos por la superficie de la quiche antes de hornearla: potenciarán el resto de los ingredientes y añadirán nuevas texturas a la receta.
En lugar de espinacas frescas, se pueden usar espinacas congeladas: en ese caso, habrá que tener en cuenta que soltarán mucho más líquido, por lo que habrá que cocinarlas durante más minutos para que este se evapore y, después, colar muy bien.
Para aquellos que no conciban una quiche (o cualquier otra receta) sin cebolla, este alimento también tiene su lugar en esta elaboración. Para integrarla, habrá que picarla y saltearla, o pocharla, en unas gotas de aceite antes de añadir las espinacas a la sartén.
Con qué acompañar una quiche de espinacas y queso
Esta quiche es muy completa, por lo que funciona a la perfección como plato principal de una comida o cena informal. Pero, si se quiere servir como segundo plato, se puede acompañar de una crema de verduras (de calabacín o champiñones, por ejemplo) o de una ensalada sencilla, con un buen tomate, atún y cebolla tierna.
En una comida o cena a modo de picoteo, la quiche se puede cortar en tacos o cuadrados y acompañar con unos nachos con guacamole o un poco de hummus.
Otras recetas de quiche
La quiche es un plato muy versátil que admite múltiples interpretaciones, desde las más canónicas hasta las más rompedoras. Una clásica quiche lorraine, con queso, huevos, bacon y nata, es un acierto seguro. Para una versión vegetariana, se puede optar por una a base de calabacín, cebolla, berenjena, champiñones y pimientos.
Y los más queseros pueden preparar una con espinacas y una mezcla de quesos de distintas potencia: azules, curados y suaves. La imaginación y el atrevimiento culinario, grandes aliados de las quiches.
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