El chocolatero belga Dominique Persoone recibió el encargo del grupo The Rolling Stones de llevar sus creaciones de chocolate a una fiesta que el grupo iban a celebrar. Para hacer más divertida la forma de ingerirlo diseñó una máquina para esnifar chocolate en polvo. Ayer, en Madrid Fusión pude probar su funcionamiento y resultó una curiosa experiencia.
Además de la parte excéntrica del momento, he de deciros que el chocolate utilizado es de altísima calidad y que tras la ingesta, la sensación organoléptica es muy similar a la de comerse un bombón. Por otra parte, la experiencia es apta para diabéticos y además no aporta más que una caloría.
La máquina es una especie de catapulta con dos patitas regulables para colocar bajo las dos fosas nasales. Está concebida para que uno mismo pueda suministrarse la dosis de cacao en polvo, pero en mi caso, fui ayudado por el encargado de presentar esta máquina en Madrid Fusión 2013 en el stand de chocolates de Bélgica.
La máquina llamada Chocolate Shooter se vende a 45 euros más otros casi 30 de gastos de envío en la página web del chocolatero y viene con dos estuches de mezcla de chocolate con jengibre o con frambuesas. En cada inhalación se toma una pequeñísima cantidad de cacao con la esencia elegida.
El proceso es muy fácil como podéis ver en las imágenes. Se cargan las dos patitas con la dosis del cacao elegido, se colocan bajo la nariz a 1 cm de distancia aproximadamente de las fosas nasales y mientras se inspira profundamente, se golpea la palanca para que las catapultas lancen el cacao en polvo al aire.
No deja de ser un artículo curioso y divertido, y de hecho pude ver a muchos visitantes de Madrid Fusión acercarse al stand de Chocolates Belgas a probar la curiosa experiencia. Aunque a alguno se le saltaba una lágrima nada mas inhalar el chocolate, todos sonreían divertidos y encantados pasando unos segundos.
Personalmente yo también lo hice, concretamente probé el chocolate mezclado con jengibre que tenía un aroma mentolado y me despejó la nariz además de proporcionarme el gusto a chocolate. La inhalación me recordó a las famosas obleas de After Eight.
Al entrar el chocolate, se percibe inmediatamente el aroma del cacao. Pero es pasados unos segundos, cuando interviene el retrogusto y la experiencia se redondea teniendo una sensación muy similar a la de haber comido un bombón. Esta sensación dura unos diez minutos.
En mi opinión, esnifar chocolate en polvo no se va a convertir en un sustituto de la ingesta de bombones o chocolatinas, pero puede ser un artículo de regalo curioso y original. Y vosotros, ¿probaríais el chocolate de esta manera?
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