Que el chocolate, aparte de un fantástico y versátil ingrediente que a casi todos nos fascina, es un material que se presta a multitud de trabajos artísticos es algo que no vamos a descubrir ahora. Todos hemos visto infinidad de esculturas, reproducciones de monumentos y hasta vestidos hechos con este delicioso ingrediente.
Una de estas obras artísticas que me ha parecido especialmente original es este Chocolate Mill o Molino de chocolate creado por el estudio Wieki Somers en colaboración con el chocolatero Rafael Mutter consistente en un gran cilindro de chocolate que esconde distintos dibujos hechos con figuras geométricas de distintos sabores.
Una cuchilla giratoria como las que se usan para cortar el queso Tête de Moine va sacando virutas de chocolate y dejando a la vista los dibujos geometricos que van cambiando como si fuera un gran caleidoscopio. Es una gozada ver aparecer las distintas capas y ver caer las deliciosas virutas de chocolate, aunque es una pena no poder coger y saborear alguna de ellas.
Aunque se trata solamente de un trabajo artístico sin intención comercial, creo que sería muy atractivo adaptar esta idea a formatos más pequeños aptos para su venta. ¿No os parecería un precioso regalo como sustituto de los clásicos bombones?
Via | Colossal
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