Qué son las esferificaciones y cómo se hacen. Iniciación a la cocina molecular

Seguro que en los últimos años, todos habéis probado recetas que incorporaban nuevas técnicas como la gelificación, los aires y espumas, la esferificación de alimentos y otras similares. Hoy queremos explicaros qué son las esferificaciones y cómo se hacen en una breve iniciación a la cocina molecular.

Ayer estuve aprendiendo las bases de esta técnica en un taller muy interesante con uno de los chefs de Tickets Bar de Albert Adrià, en el que yo mismo hice esas bonitas esferificaciones de zumo de aceitunas que tenéis en la foto y que estallan en la boca inundándola de sabor al comerlas. Antes de contaros cómo podéis hacerlas en casa, os explico un poco la técnica y la historia de este tipo de productos.

Iniciación a la cocina molecular

Desde que Ferrán Adrià revolucionase la cocina con su creatividad e imaginación, hemos asistido a una transformación de la cocina tradicional con la incorporación de nuevas técnicas y la aplicación de principios de física y química a la cocina.

De todas formas, la cuestión viene de más atrás, ya que los científicos Hervé This y Nicholas Kurti trabajaron en los años 60 en la aplicación científica de estas técnicas con algunos alimentos y juntos acuñaron el término de gastronomía molecular o cocina molecular. El húngaro Nicholas Kurti en el año 1969 planteó una tesis llamada The physicist in the kitchen .

La esferificación -palabra derivada de la intención de buscar una forma de esfera- es una técnica culinaria empleada para conseguir encapsular en una fina membrana de textura gelatinosa un alimento líquido o una crema. El resultado es similar a las huevas de pescado que "estallan en la boca" al romper esa fina película.

Esa técnica se utiliza para sorprender con texturas a los comensales y dentro de la esfera cabe encontrar todo tipo de alimentos, como vinagres, zumos, cremas, vinos etc. A esas pequeñas esferas se les llama a veces caviar o a veces "perlitas" siendo entonces el resultado un perlitas o caviar de vino, de vinagre, de manzana, de té o de cualquier otro ingrediente.

En el taller que impartió ayer Rubén Zubiri, chef de los restaurantes de El Barri Adrià de Barcelona en la librería A Punto, intervino Santi Ramón, uno de los directivos de la empresa Caviaroli, que nos contó que Ferrán Adrià se había quejado de la dificultad de esferificar aceite por lo que su padre, fundador de la empresa se puso a investigar cómo hacerlo.

En 2010 le llevó el caviar de aceite de oliva a Ferrán Adrià y éste le encargó 10 kg, comenzando desde entonces a servirle regularmente y a preparar estas esferificaciones para otros restaurantes de la zona. Después se constituyeron como empresa en 2011 y comenzaron a desarrollar nuevos sabores para sus perlitas de caviar.

Hoy la empresa está muy asentada en el mercado nacional e internacional. En 2016, Caviaroli lanzó al mercado una esferificación de olivas o aceitunas firmada por Albert Adrià con quien desarrollaron este producto, y ayer en el taller nos explicaron cómo elaborarlas.

Qué es una esferificación

Una esferificación es una reacción que se produce al mezclar calcio con un alga llamada alginato. De hecho es una reacción natural que se produce en algunas zonas del Océano Indico donde se dan estas algas, al reaccionar con algunos elementos ricos en calcio que arrastran las olas. En cocina, se estudió como hacerlo y se consiguió provocar esta reacción utilizando gluconolactato de calcio y alginato.

El proceso puede ser de dos tipos, la esferificación clásica o la esferificación inversa:

  • Esferificación básica: En ella se añade el alginato al ingrediente que se quiere esferificar y después se sumerge una porción de esa mezcla en agua con cloruro cálcico.
  • Esferificación inversa: Es justo el proceso inverso, se usa un líquido que contiene calcio o al que se ha añadido calcio, y después se sumerge en una disolución de agua con el alginato.

Para recuperar las esferas una vez realizada la esferificación se utiliza una cucharilla agujereada que deja caer el líquido donde se ha sumergido el producto.

La técnica consiste en aplicar el lactato rico en cloruro cálcico sobre el ingrediente que se quiere encapsular y después sumergirlo en agua con alginato sódico provocándose que el alimento quede cubierto por una fina película gelatinosa como las huevas.

Esto se puede hacer depositando gotitas del alimento en la disolución de alginato con una jeringuilla o una pipeta -para hacer pequeñas huevas como el caviar- o si se utiliza una cucharilla, se consiguen esferas de mayor tamaño, como la que os explicaré ahora, con forma de aceituna.

Cómo se hace una esferificación de aceitunas

El proceso que utilizamos fue el de la esferificación inversa: la primera tarea es triturar las aceitunas, utilizando un robot de cocina o una batidora potente. Una vez trituradas, se cuela el líquido por una estameña o superbag fina y se incorpora a ese líquido el cloruro cálcico en una proporción del 1%. Para dar textura algo más espesa, se añade goma Xantana en un 0.6%

Ese será el producto que vamos a encapsular en nuestra esferificación. Por otro lado preparamos dos boles o recipientes, uno con agua y alginato de sodio y otro con agua para limpiar los restos de productos químicos antes de comernos nuestra esferificación. En la clase teníamos además otro recipiente con aceite aromatizado con canela, anís estrellado y bayas de pimienta negra, porque las esferificaciones son muy porosas y pueden tomar sabor por ósmosis, por lo que tras lavarlas en el agua las pasábamos al aceite antes de degustarlas.

En las imágenes podéis ver perfectamente el proceso. Primero tomamos un poco de la mezcla de aceitunas con xantana y calcio y lo dejabamos caer en el recipiente con el agua y el alginato. Tras unos 20 segundos de espera, la cápsula finísima de gelatina está hecha y podemos rescatar nuestra aceituna líquida y limpiarla en agua.

Al final nos animamos a preparar tantas aceitunas que nos dieron un pequeño tarro lleno de aceite para poder traérnoslas a casa y que las probaran nuestros familiares. Un éxito total, os lo aseguro. De hecho son las que he usado para la foto que encabeza esta entrada.

Ya veis que aunque todo son productos químicos con nombre difícil no es complicado hacer una esferificación. Además de con aceite, en el taller hicimos también cápsulas de yogur (que ya tiene el calcio de por sí y no necesita añadidos) y de frambuesas trituradas (a las que incorporamos el calcio y la xantana antes de esferificarlas). ¿Os apetece intentarlo?

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