Un agua mineral natural tiene que captarse de su manantial o emergencia y envasarla sin ningún tipo de tratamiento que altere su composición o sus características, por lo que no puede pasar por ningún tratamiento químico. Hablar del sabor de las aguas es muy difícil ya que prácticamente no tienen olor pero sí se puede llegar a conocer la composición mayoritaria que caracteriza a un agua y distinguirla de las demás. Cada una de las aguas minerales naturales envasadas, así como las aguas minero-medicinales que se utilizan en los balnearios para tratamientos de hidroterapia, tienen una composición específica, que se mantiene a lo largo de los años, así como una ausencia total de contaminaciones, y ello le confiere sus cualidades particulares.
La legislación vigente en España, que recoge lo establecido por una directiva europea, exige unos controles de calidad de las aguas envasadas que son análisis diarios, trimestrales y completos (quinquenales) y deben llevar obligatoriamente en la etiqueta la composición química mayoritaria y la presencia de algún parámetro que, aun sin ser mayoritario, la caracterice. Los análisis diarios suelen hacerlos las propias empresas envasadoras de este agua, sin embargo los trimestrales y completos se encargan mayoritariamente a laboratorios externos que hacen un análisis exhaustivo tanto del agua embotellada como de cada manantial o punto de captación del que ha sido recogida.
Por ello no olvidemos que toda botella de H2O debe informar de su composición en la etiqueta.
Vía| elcorreogallego
