Hoy quiero enseñaros a preparar una queimada gallega con la receta perfecta para que os salga bien, que incluye por supuesto el conxuro que hay que recitar mientras se quema el aguardiente para que este brebaje haga sus efectos evitando todo mal a quien lo deguste.
La queimada es una bebida alcohólica que se toma caliente en las correspondientes tazas o concas, que se elabora en un recipiente de barro, y que se prepara removiendo con un cucharón, también de barro. Os contaré los trucos para que la queimada encienda bien, para que sepa rica y para que la experiencia de prepararla, sea memorable.
En esta explicación he seguido los consejos de mi buen amigo el cineasta gallego Ángel de la Cruz, con quien tantas queimadas he compartido en estrenos de películas, fiestas de cumpleaños, celebraciones de sus premios, encuentros y noches de verano, en especial en la Noche San Xoan -noche de San Juan- que es cuando más se acostumbra a preparar este delicioso trago.
Ingredientes
- Aguardiente de orujo gallego de orujo 2 l
- Azúcar 300 g
- Piel de limón 1
- Piel de naranja Opcional
- Café en granos, un puñadito
- Canela en rama un palo (opcional)
Cómo hacer una queimada gallega como es debido
- Tiempo total 20 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 15 m
Lo primero es preparar la zona de trabajo asegurándose de que no hay peligro. Es preferible hacerlo en exteriores, pero si lo hacéis dentro de casa, buscad una superficie que no tenga riesgo de arder y apartad lo que pueda estorbar para el desempeño de quien oficie la queimada.
Es bueno tener a mano algún paño húmedo para apagar alguna llamita que pueda formarse al salpicar, ya que el cazo irá subiendo y bajando contínuamente, aireando la queimada, avivando las llamas y consumiendo el aguardiente. El paño también viene bien para agarrar el cazo, que a mitad de la elaboración de la queimada suele estar ya bien caliente.
Es imprescindible contar con un buen aguardiente de orujo gallego, que son los que se elaboran con la finalidad de ser quemados, para aseguraros de que la queimada prenderá y arderá bien. También es necesario contar con piel de limón (también de naranja si se quiere), azúcar y unos granos de café. Hay quien echa también trocitos de fruta o un palo de canela, pero yo no soy partidario.
Para arrancar el fuego, ponemos en el fondo del recipiente de barro el azúcar -guardando un poco para dejar dentro del cacillo- unos granos de café y la piel de limón, rellenando con los dos litros de aguardiente. Prendemos el cazo calentando con un mechero o soplete de cocina y cuando arde, vamos bajando hasta tocar la superficie del aguardiente, que rápidamente se contagiará de las llamas.
Ahora comenzamos a remover, despacio y con calma, haciendo de vez en cuando movimientos circulares y otras veces elevando el cazo y dejando caer su contenido sobre el recipiente, de forma que se aviven las llamas. Estas, al principio serán más naranjas, debido al contenido en alcohol pero poco a poco irán tomando color azulado.
Cuando las llamas sean mayoritariamente azules, comenzaremos a recitar o leer el conxuro, poniendo todo el dramatismo que podamos, y acompañando nuestra declamación con movimientos del cazo que aviven las llamas en los momentos más oportunos. Después, servimos la queimada en las pequeñas tazas de barro o concas y bebemos el líquido con cuidado porque suele estar muy caliente.
Juego de queimada de barro artesanal, modelo mini individual, artesanía tradicional gallega, incluye cuenco, 6 tazas y cazo (Marrón, 14 x 7,5 cm)
Bodegas Bmpsa Valdedeus, Aguardiente de Orujo Blanco, Garrafa de 3 litros, 40grados
El Conxuro que hay que recitar mientras arde el aguardiente
Para acompañar la queimada y que esta sirva para librar a los que la consuman de todos los males y encantamientos, hay que recitar (o leer) el siguiente conxuro mientras se van levantando las llamas al subir el cazo o pocillo, dejando caer el aguardiente en llamas:
"Mouchos, coruxas, sapos e bruxas, Demos, trasnos e diaños, espíritos das nevoadas veigas, Corvos, píntigas e meigas, feitizos das menciñeiras. Pobres cañotas furadas, fogar dos vermes e alimañas, Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregón da morte, fouciño do sátiro e pé do coello. Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello, Averno de Satán e Belcebú, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cús, muxido da mar embravescida, Barriga inútil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira, guedella porra da cabra mal parida.
Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxirán as bruxas a cabalo das súas escobas, índose bañar na praia das areas gordas.
¡Oide, oide! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente quedando así purificadas. E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si é verdade que tendes máis poder que a humana xente, eiquí e agora, facede cos espritos dos amigos que están fora, participen con nós desta queimada."
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