Tras mi visita a la fábrica de Pilsner Urquell, decidí otorgarme un merecido descanso cervecero. Habían sido dos días de intensa ingesta de la deliciosa rubia, y mi cuerpo necesitaba depurarse. Pero pronto atisbé la llamativa lata de la cerveza Sapporo en la nevera, y no pude resistirme.
Su nombre nos hace intuir de donde proviene esta cerveza, pero aunque efectivamente su origen reside en Japón, la lata que he tenido ocasión de probar viene nada más y nada menos que Canadá, donde la empresa tiene una fábrica de cerveza, que es desde donde se exporta a Europa.
Un poco de historia
La historia de la cervecera Sapporo es un poco más mundana que la de otras que he probado. Se fundó en 1876 con el nombre de Kaitakushi Brewery, y sus dos grandes competidoras eran Japan Brewery y Osaka (a la postre, Asahi, la tercera gran marca junto a Kirin).
El caso es que como la unión hace la fuerza, y los monopolios son muy buenos --para el que los controla-- decidieron unirse en 1906 para formar un gran grupo cervecero bajo el nombre de Dai Nippon, que controló el mercado japonés hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando se separaron en dos, Nippon y Asahi, adquiriendo más tarde el primero el nombre que ahora conocemos: Sapporo.
Hoy en día, es mucho más que una cervecera, y maneja un emporio de bebidas en el que se incluyen vinos, gaseosas y otros refrescos. Su presencia en Canadá se debe a que adquirieron el grupo cervecero Sleeman, para adentrarse en el mercado americano, muy dado a las cervezas suaves y ligeras como la Sapporo.
Diseño y aspecto
Imagino que su lata no habrá pasado desapercibida ante vuestros ojos. Una preciosidad plateada con forma de vaso de pinta, pero con una capacidad de 0,65 cl. capaz de calmar la sed tras una travesía por el desierto. Es una lata realmente resistente, la más pesada que he tenido en mis manos --vacía, se entiende--, siendo prácticamente imposible hundir el dedo en sus paredes. Como diría mi abuelo, ya no hacen latas como las de antes; salvo esta.
Una vez vertida en el vaso, la cerveza Sapporo tiene el aspecto de una pale lager al uso. Color dorado pálido --mucho más clara de lo que aparenta en la foto--, una espuma blanca generosa, aunque no excesivamente persistente, y una carbonatación fina, abundante y muy refrescante.
Cata de cerveza Sapporo
Como ocurre habitualmente con las pale lager, y en especial las que tienen arroz en su composición, ni su sabor ni su amargor destacan por su intensidad. No obstante, es una cerveza bastante aromática, aunque ligeramente ácida. Su amargor es suave y con un final agradable, lo que invita a dar otro trago.
Muchos estaréis pensando que se trata de una Budweiser japonesa, pero aunque comparten muchas cosas, el sabor de la cerveza Sapporo, dentro de su suavidad, es mucho más complejo, lo que no quita que deje de ser una cerveza ligera y poco robusta, pero muy refrescante.
Cerveza Sapporo
Pale Lager 5% Vol. Puntuación: 7
En Directo al Paladar | Birra Moretti. Cata de Cerveza En Directo al Paladar | Carling Pale Lager. Cata de cerveza