Leo en Ahorro Diario que un restaurante de Valladolid ofrece un menú diario (de lunes a viernes) por el que sólo va a cobrar lo que el cliente decida: o sea, la voluntad.
Más atónito aún me quedo cuando leo el nombre completo del restaurante vallisoletano: A Dios pongo por testigo que nunca más volveré a pasar hambre.
Sí señor. Ahora entiendo lo del menú por la voluntad. No podía ser de otra manera. Ese nombre tan holliwoodiense es mucho más que un nombre: es toda una declaración de intenciones. ¡Nadie más pasará hambre si se acerca por Valladolid!
Por supuesto, y bromas aparte, la dirección del local no es ninguna ONG. Esperan que los clientes respondan y la voluntad sea, como mínimo, suficiente para mantener el negocio a flote. Por lo menos, como campaña publicitaria ya les está sirviendo…
¡Que el viento no se lleve esas buenas intenciones!
Vía | Ahorro Diario
Fuente | Europa Press
Más información y foto | Restaurante A Dios pongo por testigo
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