Uno de los principales productores de miel de la Unión Europea es Francia. La cifra alcanzada por este país, en la producción de dicho ingrediente, se sitúa alrededor de dieciocho mil cuatrocientas toneladas al año. Casi nada. En Ribeauville, en la región francesa de Alsacia, hay unas abejas que se hacen escuchar, más que por sus zumbidos, porque producen miel de color azul y verde.
Según los expertos, estos inusuales colores pueden deberse a que las abejas han comido los desechos azucarados de una fábrica de dulces cercana a la zona. Parece que la miel coloreada no es venenosa, pero los apicultores dan por perdidas las partidas de miel teñida al considerar que no van a tener aceptación en el mercado.
Los responsables de tan singular contaminación ya han puesto en marcha soluciones para que esta situación no vuelva a producirse en el futuro. Entre las nuevas medidas se encuentra la adopción de procedimientos especiales para el limpiado de los contenedores de residuos, así como su posterior almacenamiento en el interior de la fábrica, para evitar de este modo que las abejas puedan acceder a ellos.
No sé si encuentro más preocupante que no se tomen las medidas oportunas para el desecho de resíduos contaminantes, aunque provengan de caramelos, o que un producto alimenticio pueda llegar al consumidor sin los necesarios mecanismos de control de calidad. Menos mal que. al menos por esta vez, se ha puesto freno a la situación y que no ha habido alguien que considerara baladí que unas abejas produzcan miel de color azul y verde.
Fotos | Celestec4 y Emmanuel Boutet
Vía | Le Monde
En Directo al Paladar | Receta de pollo asado con miel y mostaza
En Directo al Paladar | Receta de palitos de berenjena con miel