Supongo que alguna vez, desayunando, se os ha caído una gota de aceite de las tostadas sobre el periódico (o los apuntes, que es peor) y habéis observado como el papel se impregna irremediablemente, adquiriendo un tono grisáceo.
Algo parecido debió pasarle a este chico, sólo que en vez de maldecir su suerte, tuvo un idea: aprovechar esa “cualidad” para pintar la Gioconda utilizando la grasa de las hamburguesas.
Realmente no es nada nuevo sobre la faz de la tierra, las grasas y aceites se llevan usando desde la Edad Media como base para muchos tipos de pintura (óleos, ceras…) Así que pintar con trozos de hamburguesa es lo más parecido a pintar con ceras, solo que en escala de grises.
Veamos que tal se le da.
Desde luego, el resultado es digno de admiración, pero yo le pondría un par de pegas. No me gusta tirar la comida, aunque sea “comida basura”; es algo que me enseñaron de niño —como lo de no jugar en la mesa— y que no apruebo. Vale que es posible que fueran hamburguesas caducadas y que el perro que sale en el video se diera un festín, pero me da no se qué ver toda esa carne por el suelo.
La otra pega es que el video no es cosa de un chico con ganas de enseñar su arte al mundo, sino una campaña viral de una conocida cadena de comida rápida estadounidense, que utiliza ternera asada en vez de hamburguesas a la plancha como relleno de sus panecillos.
En cualquier caso, hay que reconocer que la idea es ingeniosa y que le ha quedado una Gioconda muy conseguida.
Vía | Happing
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