Uno de los indispensables para finalizar el año es son las bolsas de cotillón. Estas están compuestas por normal general de un matasuegras, un antifaz, un sombrero, serpentinas, colgantes, trompetas y el rey de todas las fiestas de fin de año, el confeti.
Este año el Ayuntamiento de Madrid ha previsto varias novedades para quien se acerque a celebrar las campanadas de fin de año a la Puerta del Sol. Una de las novedades es que ira cayendo del cielo es un confeti comestible. Sí, será dulce, ecológico y se podrá comer.
En concreto las personas que allí se encuentren una hora antes de las campanadas serán las afortunadas de divertirse comiendo un confeti lanzado por cuatro cañones. Está fabricado con obleas comestibles, similares a las flores que se ponen para decorar las tartas.
Al finalizar la fiesta, como todos los años, se limpia y se riega la céntrica plaza madrileña por lo que las obleas en forma de confeti desaparecerán por efecto del agua.
Una divertida forma de disfrutar de un elemento indispensable para nuestras fiestas. Eso sí yo no esperaría a que el confeti caiga al suelo para cogerlo, muy rico no estará.
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Vía | El Mundo