Que no es que tenga yo mucho que protestar por el balance que me sale este año que se acaba hoy mismo, que como dice la frase “virgencita, virgencita que me quede como estoy”, pero vamos que hoy precisamente siendo Nochevieja y siendo una noche especialmente supersticiosa para todos, pues voy a ser un poquito egoísta y voy a cumplir con todas las tradiciones que pueda para invocar un poco de buena suerte extra para el año 2010, que eso nunca ha hecho daño ninguno a nadie.
Por esto ahora mismo a las 9 de la mañana me pongo a investigar sobre las costumbres, tradiciones o supersticiones (que cada uno les llame como quiera) más populares. Y siendo yo como soy, la investigación está claro que se ha de centrar en cualquier rito relacionado con la gastronomía.
Me he enterado que fueron los primeros romanos los que marcaron el 1 de enero como comienzo de año y ellos lo celebraban invitando a comer a los amigos e intercambiándose miel con dátiles e higos, para de esta manera los malos sabores pasasen más rápidos y que el nuevo año fuese dulce.
Ya en la época moderna, la tradición que yo tengo más clarita, por practicarla casi todos los años de mi vida (desde que tengo dientes) es la de comer 12 uvas, mientras suenan las campanadas de medianoche, esta práctica está extendida en España, Francia, Colombia, Ecuador, Perú, Méjico y Venezuela entre otros. En Brasil también se toman uvas, pero cambia el número de uvas por persona, tomándose cada uno las uvas que corresponde a su número de la suerte.
En Italia y Chile la tradición marca que se tienen que comer lentejas durante la Nochevieja. En Japón comen una sopa tradicional con fideos y beben sake. En Venezuela se reúnen las familias para cocinar hallacas para cenar y para regalar a los amigos.
A todas estas costumbres gastronómicas, le podemos sumar un sinfín más de rituales repartidos por todo el mundo para atraer la suerte, el dinero, el trabajo o el amor, en el que se utilizan elementos comestibles, como puede ser, cocinar pescado sin quitarle las escamas (más dinero en el próximo año cuantas más escamas hayas comido), ensuciarse las manos de azúcar y lavarlas con cava, entrar al Año Nuevo con una espiga de trigo en la mano, poner un diente de ajo en la cartera, hervir siete varas de canela en rama durante media hora antes de fin de año, poner tres limones verde en cada habitación de cada durante el 31 y quitarlos el medio día del 1, poner una lenteja en la copa con la se brinda, poner una nuez regalada dentro de azucarero y mantenerla allí todo el año, colgar un ramo de arroz detrás de la puerta.
En fin que paro de buscar ahora mismo, porque la cabeza me da vueltas pensando quien me va a regalar una nuez o como convenzo yo esta noche a mi suegra, para que no cocine el pavo relleno trufado que ya casi tiene en el horno y lo cambie por un enorme pescado con todas sus escamas.
Por el momento y para asegurar, salgo corriendo a la frutería a ver si todavía le quedan uvas suficientes para la familia, no nos vaya a pasar como un año en el que tuvimos que seguir el ejemplo de mi cuñado Oscar y tomar gajos de mandarina en lugar de uvas, pensando todos que otro las compraría.
FELIZ 2010
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