No sé vosotros, pero en mi casa cada vez que digo que hay pescado para comer empiezo a ver narices arrugándose y bocas contrayéndose de disgusto. Pero como soy muy cabezota y además sé que se trata de un ingrediente fundamental en la dieta, voy a daros diez ideas para “camuflar” el pescado en nuestras recetas que podréis aplicar tanto a grandes como a pequeños.
Mejorando el sabor, intentando eliminar las espinas (que son la parte más molesta del pescado), transformando su textura o probando nuevas especies para no caer en el aburrimiento. Hay muchas soluciones que podemos poner en práctica para encontrar la forma de introducir el pescado en nuestros menús.
A la hora de cocinar el pescado, es interesante saber que hervido o a la plancha tiene un sabor y un olor más intenso. Por ello, tal vez es conveniente decidirse por otras formas de cocción que lo hagan más apetecible.
Probad a cocinarlo al horno, en papillot, en escabeche, rebozarlo, empanarlo, etc. Eso hará que se suavice el sabor. Una buena idea es también macerarlo en limón o aceite y usar hierbas aromáticas.
También podéis acompañarlo de salsas, que suelen gustar mucho a los más pequeños. No necesariamente la mayonesa tiene que ser nuestra única opción, hay muchas salsas más que van muy bien con el pescado: bechamel, tártara, salsa verde, de tomate, al limón.
Aún recuerdo cuando era niña y mi madre preparaba salmonetes al horno. Los odiaba por sus espinas. Pero mi madre los acompañaba de una salsa casera de tomate espesa a la que añadía unas cucharadas de mayonesa y esa combinación sí me gustaba.
Diez ideas para preparar el pescado de forma diferente
1 Flanes. Además de muy lucidos, los flanes son platos sabrosos y nutritivos. Probad a realizarlos combinando el pescado con gambas, espárragos o puerros.
2 Patés. Seguro que acaban convirtiéndose en su merienda preferida. Triturad atún en conserva o restos de algún pescado ya cocinado con nata, queso o tofú.
3 Ensaladas y ensaladillas. Además de atún y bonito, podemos añadir a nuestras ensaladas conservas de sardinas, anchoas, mejillones o pulpo.
4 Aperitivos, entrantes y tapas. Probad a realizar sabrosos carpaccios de salmón o bonito, realizar montaditos de atún, cazuelas de almejas, platos de ahumados, etc. Las posibilidades son infinitas.
5 Tortillas o revueltos. Entre las exquisitas sugerencias que puedo haceros están una tortilla de bacalao o un revuelto de espinacas y gambas. Seguro que conquistáis a vuestros comensales.
6 Sopas de pescado. Suelen gustar a todos y además de ser nutritivas, se pueden acompañar con muchos ingredientes, como pasta, patata o pescado desmenuzado.
7 Pizzas caseras ¿A quién no le gusta una pizza? Incluir trocitos de pescado en ellas es una buena forma de inducir a su consumo. Mejillones, gambas, bonito, anchoas o ahumados son sólo algunas de las ideas que podemos tener en cuenta.
8 Platos únicos. Una paella, espaguetis, lasañas o guisos si se acompañan de pescado o marisco pueden ser un único plato ideal.
9 Como ingrediente de relleno, por ejemplo de pimientos, lasañas, canelones, empanadas, croquetas o buñuelos. A mis hijos les encantan las croquetas de bacalao y no protestan porque lleven pescado.
10 Bocadillos. Si se eligen con cuidado, porque no todos los pescados son adecuados, pueden ser una buena solución para las meriendas. Tendremos que elegir pescados de sabor suave, como el atún en conserva.
Espero que estas diez ideas para camuflar el pescado en nuestras recetas os sirvan si, como me pasa a mí, os cuesta lograr que se lo coman en casa. Ya sabéis que en Directo al Paladar podéis encontrar muchas recetas que os sirvan de inspiración. Si tenéis más ideas estaré encantada de que las compartáis con nosotros, prometo ponerlas en práctica.
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