El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente continúa trabajando en sus objetivos de mejorar la calidad de los productos clave de la gastronomía española. Si hace unas semanas se establecía una nueva normativa en torno al uso de las aceiteras en hostelería, este nuevo año 2014 ha comenzado con la aprobación de la norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibéricos.
Esta medida, aprobada por Real Decreto a través del Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes, es una apuesta por mejorar la información de cara al consumidor al clarificar el etiquetado, y también se pretende combatir los posibles fraudes reforzando los controles y regulando de forma más exigente los procesos de elaboración de los diferentes productos ibéricos.
Nadie pone en duda que los productos derivados del cerdo ibérico son una de las señas de identidad de nuestra gastronomía con fama mundial, por lo que esta normativa pretende tanto garantizar la máxima calidad de cara al consumidor como defender y potenciar el sector para aumentar su competitividad en mercados nacionales e internacionales.
En primer lugar, en cuanto a la crianza ganadera, se refuerza la importancia del árbol genealógico para certificar la pureza de la raza y se regulan tanto las condiciones de crianza como la capacidad productiva de la dehesa, fijándose un número máximo de cerdos por hectárea en función de de la superficie arbolada.
Más interesante resulta para el consumidor el apartado del etiquetado de los productos. Para evitar confusiones se ha decidido simplificar la denominación de venta, eliminando la categoría de recebo. De este modo, los ibéricos se clasificarán a partir de ahora en torno a tres designaciones: de bellota, de cebo de campo y de cebo. También pasa a ser obligatorio indicar el porcentaje de raza ibérica, limitando los términos "de bellota" y "pata negra". Este último sólo podrá ser utilizado en productos certificados como de bellota 100% ibéricos.
Para facilitar aún más la tarea de distinción de la calidad del producto entre los consumidores se ha creado un sistema distintivo mediante precintos de diferentes colores:
- Negro para los bellota 100% ibéricos.
- Rojo para los bellota ibéricos.
- Verde para los de cebo de campo ibéricos.
- Blanco para los de cebo ibéricos.
Todas estas medidas contenidas en el Real Decreto suponen, según ha asegurado el Ministro Arias Cañete, el resultado de "la máxima colaboración y diálogo con todas las organizaciones y asociaciones, además de las Comunidades Autónomas". Y es que además de evitar fraudes y asegurar la máxima calidad para el consumidor final, esta nueva norma pretende también proteger y reactivar un sector que se ha visto muy perjudicado en los últimos años.
Parece que la aplicación de esta nueva norma, que establece un periodo de adaptación a sus criterios, ha sido acogida más favorablemente que la que regula el uso de las aceiteras. Aunque personalmente no me gusta que haya un exceso de legislación y normativas, es cierto que en el ámbito de los productos ibéricos ha habido demasiados casos de fraude y engaños al consumidor poco informado respecto a lo que compraba. ¿Qué os parece la nueva norma? ¿Alguna vez habéis pagado por ibérico un producto dudoso de merecerlo?
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