Si no lo has hecho ya, ya estás tardando. Las voces que tengo a mi alrededor ya empiezan a dar cuenta de la dificultad que en estas fechas hay para encontrar un sitio donde reunirse para hacer una comida de Navidad con los compañeros de trabajo, amigos, y viejas glorias. Durante estas cuatro próximas semanas los comedores de los restaurantes son un devenir de grupos que copan las mesas, y en pocos días encontrar dónde comer va a ser muy difícil.
Yo todavía tengo pendiente una reserva, pero os juro que de hoy no pasa. Para evitar retrasos y posteriores fracasos, lo mejor es tener una buena comunicación en el grupo, dejar a una persona encargada del trámite y no ser demasiado exigente con la elección. Cuando se come en grupo hay que ceder un poco, y debemos tener en cuenta que contentar a todos no es fácil.
Cuantos más comensales seamos, se hace más conveniente escoger un menú cerrado, sustituyendo los primeros platos por aperitivos o raciones variadas, y dando dos o tres opciones en los segundos. De lo contrario, el servicio puede verse afectado, atender a un grupo grande a la carta es una dificultad añadida en esos días de intenso trabajo.
Una buena organización es imprescindible, dedicando un rato libre a realizar llamadas, empezando por las propuestas que el grupo tenga, y siguiendo por los restaurantes más cercanos al lugar de trabajo o de residencia de los asistentes. Una vez que hayamos tenido éxito, nos lanzaremos al correo electrónico para comunicar día, hora y fecha, así como la localización del restaurante.
Imagen vía | Dixel en Flickr En Directo al Paladar | Menús para Navidad preparados En Directo al Paladar | Los españoles gastan un 30% más en alimentación por Navidad