¿Has mirado a tu alrededor cuando vas a un fast food?, ¿te has parado a escuchar el bullicio de bocas llenas y bolsas de papel?. Los que gustan de acudir a este tipo de establecimientos se contagian de la “rapidez”, no la de servicio, pues a veces hay unas colas… quizá es por eso, la larga espera hace que los comensales devoren las hamburguesas y las patatas, como si se las fueran a robar. Hemos encontrado esta graciosa parodia sobre la comida rápida y la rapidez con la que suele ser ingerida. La moraleja final podría ser la siguiente, aunque se trate de fast food come a un ritmo normal, con tranquilidad, masticando y “saboreando” todo lo que compone el menú. Ya que te das el capricho de incorporar al organismo grasas poco favorables, no lo agraves engullendo como un pavo, mastica bien y facilita la digestión.
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