La lucha contra el desperdicio de alimentos llega a los Juegos Olímpicos: Massimo Bottura abre un comedor social en Río de Janeiro

La lucha contra el desperdicio de alimentos llega a los Juegos Olímpicos: Massimo Bottura abre un comedor social en Río de Janeiro
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Los Juegos Olímpicos son un evento internacional que acapara una enorme atención mediática cada vez que se celebra una nueva edición. No es una simple competición deportiva, levanta auténticas pasiones y se adueña de los medios de comunicación y de las conversaciones cotidianas ese verano. Por eso es un buen escaparate para dar visibilidad a otras cuestiones que van más allá del deporte, tal y como ha hecho Massimo Bottura, poniendo en marcha un comedor social para alimentar a la población de Río más necesitada durante las Olimpiadas.

El chef del recientemente coronado como mejor restaurante del mundo por su trabajo en la Osteria Francescana de Módena encabeza este proyecto solidario que tiene más de acción social y cultural que de mera caridad simbólica. Arrancando hoy en el barrio de Lapa, el bautizado como Refettorio Gastromotiva ofrecerá cenas gratuitas a los vecinos en situación más vulnerable con menús elaborados usando productos donados por el catering de los Juegos y negocios locales, con la idea de aprovechar ingredientes que en principio acabarían en la basura.

Combatir el hambre luchando contra el desperdicio de alimentos desde los JJOO

Gastromotiva

El comedor social, siguiendo el estilo de soup kitchen típicas de Estados Unidos, tiene previsto abrir hoy sus puertas con el primer servicio de cenas. Montado en apenas 59 días en un espacio cedido por la alcaldía de la ciudad para 10 años, tiene capacidad para 108 comensales por turno y se planean servir unos 5000 menús durante el tiempo que durarán los Juegos Olímpicos. Está situado en Lapa, un barrio de Río de Janerio definido habitualmente como bohemio y corazón de la ciudad, y cuenta con diversos patrocinadores locales.

Los platos que se van a preparar serán obra del propio Bottura en colaboración con cocineros locales y hasta 30 chefs invitados, entre los que se encuentran nombres como Joan Roca o Alain Ducasse, que ya han confirmado su interés en colaborar. Desde la organización de los Juegos se anima a los proveedores que donen al Refettorio los excedentes que tengan, ya que la idea no es solo alimentar a los necesitados sino luchar contra el desperdicio. Quieren que prevalezcan productos locales, a ser posible crudos, con pequeños defectos pero siempre en perfecto estado para su aprovechamiento. Además se cuenta con donaciones de empresas patrocinadoras italianas.

Bottura insiste en sus declaraciones a los medios que no es un acto de caridad para ayudar de forma temporal a los más pobres, sino una acción social que quiere ir más allá. Se trata de concienciar de la problemática del desperdicio de alimentos, de las desigualdades alimentarias y de la malnutrición que hay en el mundo. Defiende recuperar la forma de cocinar de nuestras abuelas, en una época en la que había que aprovechar el 100% de cada ingrediente para alimentar a la familia. Por eso además de dar de comer a los necesitados se quiere fomentar un cambio en el barrio y toda la ciudad, con talleres, cursos e iniciativas emprendedoras.

Food for Soul y Gastromotiva: colaborando por unos objetivos comunes

Refettorio Gastromotiva

Este proyecto es un paso más en la lucha de Massimo Bottura contra el desperdicio de alimentos. En la pasada Expo de Milán ya puso en marcha una especie de comedor pop-up adaptando un teatro abandonado en el que se preparó comida para refugiados, indigentes y personas necesitadas de la ciudad italiana. Todos los platos se hicieron con productos rescatados destinados a la basura y también se aprovechó el espacio para educar y compartir ideas para frenar el hambre en el mundo.

En el llamado Refettorio Ambrosiano milanés se invitó a participar a cocineros de renombre de todo el mundo, y de aquella Expo surgieron iniciativas que están dando sus frutos. Fue en Milán donde Bottura entró en contacto con Gastromotiva, una organización sin ánimo de lucro brasileña fundada por el chef David Hertz que lucha precisamente por conseguir cambios sociales a través de mejorar la alimentación en todo el mundo. Juntos han puesto en marcha el Refettorio Gastromotiva en Río de Janeiro al compartir objetivos comunes.

 

El propio Massimo Bottura lidera su propia organización llamada Food for the Soul (“comida para el alma”), desde la que trabaja para concienciar al mundo de la problemática del desperdicio de alimentos y del hambre al que se enfrentan millones de personas en todo el mundo. Para ello promueven una serie de iniciativas y proyectos en diversos países buscando siempre la colaboración de otros cocineros y también de productores, empresas proveedoras, artesanos, artistas e instituciones. Incluso está colaborando con el actor Robert DeNiro para abrir un nuevo refettorio en el Bronx.

El afamado chef italiano reconoce que el hecho de que su prestigiosa Osteria haya sido elegida como mejor restaurante del mundo ha sido la oportunidad perfecta para conseguir hacerse escuchar con más notoriedad. Está sabiendo aprovechar esa relevancia mediática para que su mensaje llegue a más oídos y sea tenido en cuenta, y espera lograr mediante acciones como la de los Juegos Olímpicos que el trabajo de su organización tenga mucha más vida después de Río.

¿Y qué pasará después de los Juegos Olímpicos?

Gastromotiva

El trabajo del Refettorio Gastromotiva continuará durante los Juegos Paralímpicos pero no se detendrá una vez termine todo el ruido del deporte. Después de las Olimpiadas pretenden convertir el comedor en una especie de escuela de cocina donde impartir talleres y cursos, incluyendo además un servicio solidario de comidas con el concepto “paga un almuerzo y deja la cena”. Los comensales que acudan a comer donarán con su aportación las cenas de los más necesitados.

La fundación Food for the Soul ya está planeando abrir otros comedores sociales y espacios similares en otras ciudades del mundo, incluyendo Nueva York, Berlín o Monteral. Pero el objetivo más importante se centra en la educación y difusión de su mensaje. Simplemente sirviendo comidas gratuitas a personas vulnerables no se consigue marcar una diferencia: hay que trabajar globalmente difundiendo una nueva forma de pensar y de actuar, una nueva cultura.

Bottura y Joan Roca

Y es que las pequeñas acciones simbólicas están muy bien, pero no tienen sentido si se quedan en algo puntual. Desde la última crisis parece que la sociedad está tomando más conciencia del problema del desperdicio y de la desigualdad, con la participación en campañas como las recogidas de alimentos, pero tengo la sensación de que en los últimos meses se nos está volviendo a olvidar.

Bottura es un chef mediático cada vez más reconocido como famoso, y lo sabe. Los grandes cocineros se han convertido en grandes estrellas que ya se equiparan a otros personajes del mundo del arte y de la cultura popular. El cocinero cree que como figuras públicas deben aprovechar su posición para educar en unos valores culturales diferentes y dar ejemplo, demostrando que se puede liderar un restaurante de lujo con responsabilidad social y medioambiental.

El desperdicio de alimentos, el hambre y los excesos: la gran problemática alimentaria

Desperdicio

La superpoblación, la contaminación, el cambio climático, la desertificación y el agotamiento de recursos naturales son algunos de los síntomas que auguran un futuro desalentador. Y en medio de todo se sitúa una de las grandes problemáticas a las que nos enfrentamos hoy que amenza con agudizarse el día de mañana, el hambre y la desigualdad. Millones de personas en todo el mundo apenas tienen recursos para llevar una alimentación sana mientras otra parte vive en el exceso, no solo con índices de obesidad preocupantes, también derrochando toneladas de comida.

Como comentaba, parece que las autoridades están empezando a reaccionar y también la población en general está tomando conciencia de que hay que actuar. Hace pocos días supimos que Italia ha aprobado una nueva ley contra el desperdicio de alimentos y hemos ido conociendo diferentes iniciativas para luchar contra el hambre y la desigualdad. Pero la realidad es que seguimos desperdiciando mucha, muchísima comida.

Bottura

La solución es compleja y desde luego no hay una clave mágica que arregle la situación de la noche a la mañana. Es importante que la sociedad en general tome conciencia real de lo importante que es poner nuestro granito de arena desde el propio hogar, educando a los niños y dando ejemplo a los vecinos de que hay que evitar el derroche de comida. Hay que cambiar de mentalidad, volver un poco a la cocina de nuestras abuelas, que sabían aprovechar al máximo cada ingrediente. Comprar lo justo y necesario, limitar los procesados, consumir local y de temporada, controlar las raciones, preparar conservas, utilizar el congelador de forma eficiente... son algunas de las medidas básicas que podemos adoptar en nuestro día a día.

Pero está claro que las instituciones y las grandes empresas también tienen que contribuir aplicando medidas reales y efectivas contra el desperdicio. Las ONG hacen lo que pueden, pero contar con figuras como la de Bottura que puede además movilizar a otras celebridades ayuda a presionar para emprender acciones reales. Como defienden en Gastromotiva, es necesario inspirar y educar para promover un cambio social efectivo a través de la gastronomía. Esperemos que el proyecto de Bottura en los Juegos Olímpios de verdad consiga ir mucho más allá y consiga echar raíces no solo en Río, sino en todo el mundo.

Fotos | The World's 50 Best Restaurants, Food for Soul, Gastromotiva, Refettorio Gastromotiva, Love food waste NZ
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