Estamos en plena época de carnavales, una celebración de tradición religiosa en la que sin embargo se desata la fiesta y reina algo de descontrol entre música, disfraces, bailes y, cómo no, buena comida. Aunque las costumbres son distintas en cada país, el disfrutar al máximo de muchas delicias es algo común y nos permiten trazar un mapa gastronómico de lo más apetitoso. ¿Os apetece uniros a dar la vuelta al mundo con estos platos de Carnaval?
En muchas regiones de España estas fiestas se viven por todo lo alto, siendo Galicia uno de los mejores ejemplos. Son los días previos a la abstinencia cuaresmal y por eso hay que aprovechar para pasarlo en grande y permitirse manjares calóricos que, en teoría, estarán ausentes de la mesa hasta después de Semana Santa. Por eso en casi todo el mundo encontramos muchas recetas típicas de masas fritas, mucha carne, quesos y dulces.
Italia
El origen del Carnaval podría estar en las fiestas paganas en honor a Baco, pero lo que está claro es que Italia ha jugado un papel fundamental en la difusión de estas fiestas por todo el mundo. Los italianos viven con gran fervor los carnavales ya desde que termina la Navidad, con muchas fiestas locales diferentes. Además de Venecia, son famosos los carnavales de otras zonas como la Toscana, Emilia-Romaña o Nápoles, cada uno con sus delicias locales para descubrir.
Entre los dulces más conocidos tenemos los adictivos castagnole, pequeñas bolitas fritas y rebozadas en azúcar que no puedo más que recomendar. También son imprescindibles las favette venecianos, muy parecidos a los buñuelos, o los chiacchiere -también llamados frappe o bugie-, rectangulares y crujientes. Similares a los Berliner germanos son los bomboloni, que pueden ir rellenos de chocolate, y hay otras masas fritas muy populares como los tortelli o, simplemente, fritelle, con distintas variaciones según la región.
Además podemos deleitarnos con otras tentaciones golosas como el migliaccio napolitano, una especie de pastel de sémola y ricotta, o el bizcocho berlingozzo, de tradición toscana. Todo se puede acompañar con el sanguinaccio, una crema de chocolate que deriva de una antigua receta elaborada con sangre de cerdo tras las matanzas. Y otra delicia más que no nos podemos perder es la pignolata, un dulce que en Sicilia se sirve con una glasa de chocolate o limón, y en Calabria con miel. ¿Con cuál te quedas?
Alemania
Conocido como Karneval, Fasching, o Fastnacht, en los países germanos también se vive con pasión el Carnaval, y puede sorprender incluso al viajero que se acerca por primera vez. Hay celebraciones por todo el país pero sobre todo se lleva al extremo en las zonas católicas, y los más famosos son los de Colonia, Düsseldorf, Maguncia y Múnich. Hay actividades de todo tipo, muchos disfraces, máscaras, desfiles y bailes. Y no falta el vino, la cerveza Kölsch y la comida bien calórica.
Lo típico para entrar en calor y cargarse de calorías para que el cuerpo aguante son los derivados del cerdo, muchas Bratwurst, pretzels, gallina asada o guisada y sin que falte el queso , el tocino y la manteca. En cuanto a los dulces tradicionales, el imprescindible es el Berliner, también llamado Pfannkuchen, Krapfel o Kreppel. Esencialmente son berlinas, una masa dulce de panadería en forma de bollo redondo, como un dónut sin agujero, fritas y rellenas de mermelada, crema o chocolate antes de rebozarlas en azúcar.
Suiza
El pequeño país alpino también tiene en esta época una de sus mayores fiestas del año. Son todo un acontecimiento sobre todo en Lucerna y Basilea, y también se vive en otras ciudades y pueblos más pequeños. La tradición cristiana se mezcla con culturas paganas y el folclore local, y son muy característicos los desfiles y fiestas callejeras con los trajes, disfraces y las peculiares máscaras tradicionales. La fiesta empieza a las cuatro de la madrugada del lunes anterior al Miércoles de Ceniza, sin importar el frío que haga.
Entre las especialidades suizas típicas de la época destacan la sopa de harina, el Käsewähe y Zwiebelwähe -tarta fina de queso y de cebolla- y, por supuesto, los dulces fritos. Destacan las Fasnachtschüechli, una especie de tortas muy finas y crujientes que recuerdan a nuestras orejas, también los Schlüferli, Schenkeli o los Zigerkrapfen, una especie de empanadillas fritas rellenas de queso y frutos secos con canela y limón.
Francia
En nuestro país vecino también tienen grandes fiestas por Carnaval, que se alargan más o menos días según la región. Son muy famosos los festejos de Niza, Limoux, Dunkerque, Annecy y, últimamente París cada vez lo está recuperando más. En cualquier caso, lo que sí es más común a toda Francia celebrar es el Mardi Gras, el “martes graso” que culmina las fiestas y que supone el último día antes de iniciar la abstinencia de Cuaresma. ¿Qué se come ese día? Crêpes, por supuesto.
Dulces o salados, los crêpes son muy tradicionales pero también los gofres. Otra receta típica que no suele faltan en los hogares son los guenilles o bugnes, muy parecidos a los buñuelos y a tantos otros dulces de sartén que se repiten por todo el mundo. Y tampoco se pueden olvidar los beignets, aunque los más famosos los encontraremos cruzando el Atlántico.
Estados Unidos
Un carnival genérico en Estados Unidos se puede referir a lo que nosotros llamaríamos feria ambulante, típica de las fiestas de barrios y pueblos. Pero el Carnaval propiamente dicho en este país nos lleva irremediablemente a Luisiana, donde nos espera el mágico Mardi Gras de Nueva Orleans. Ya hemos contado que se vive de una manera muy especial a través de la mezcla de culturas que es hoy esta ciudad, siempre con la música en la sangre.
Muchísimos turistas abarrotan Nueva Orleans cada año por Carnaval, y no faltan los platos imprescindibles de su deliciosa cocina. Jambalaya, gumbo, salchichas andouille, étouffée, o el sándwich muffuletta son imprescindibles. En cuanto al dulce, el King Cake es precisamente eso, el rey, pero no se pueden olvidar los deliciosos beignets acomañados de café au lait.
Brasil
Está claro que el Carnaval y Brasil van de la mano, es probablemente la fiesta más famosa del mundo y son muy conocidos sus fastuosos desfiles llenos de colores y vestimentas imposibles que vibran al son de la música. Aunque los sonidos de la samba son los más extendidos, dependiendo de la zona se pueden encontrar variantes tradicionales diferentes. Pero nunca falta el espectáculo callejero y la buena comida.
Hay que reponer las calorías después de tanto baile y qué mejor forma de hacerlo que con la típica feijoada, el plato nacional que a pesar del calor no puede faltar. Por las calles se puede disfrutar de muchos otros bocados como el pan de queso, brochetas de carne, salchichas, el fricasé con huevos y limón y una buena variedad de salgadinhos, los aperitivos o picoteos.
Más delicias carnavaleras por el mundo
En general, el Carnaval es una fiesta popular donde la gente se entrega a disfrutar en compañía en la calle, haga frío o calor, bailando y disfrutando de comida sencilla y hogareña. Lo habitual es que predominen los platos más típicos de cada región, esos que no faltan en ninguna fiesta local, como ocurre con el mote con fritada en Ecuador o Colombia, también con el sancocho, o en Perú con el puchero y el paiche con yuca y plátano.
Antes de cumplir con la abstinencia cuaresmal hay que aprovechar bien para hartarse de los platos favoritos y cargar las reservas de energía -y grasa-, por eso triunfan en todas partes los dulces fritos, como los smoutebollen belgas. En otros países anglosajones el Martes de Carnaval se conoce como el Pancake Day, cambiando los crêpes por tortitas y sus variantes, que sirven para dar salida a los huevos, en teoría prohibidos más tarde.
En Chipre, por su parte, también celebran a lo grande el Carnaval con muchos platos típicos de carne, sobre todo cordero pero también cerdo y pollo, y quesos locales. Son tradicionales las souvlaki o brochetas de cordero, afelia o guiso de cerdo y el tavva, asado de cordero con patatas y tomate. En cuanto al dulce, no pueden faltar los bourekia, masas fritas rellenas de un queso fresco local con agua de rosas, vainilla o aromas cítricos.
Las fiestas de Carnaval son una de las más peculiares de nuestra cultura que cada lugar ha sabido adaptarlas para crear sus propias tradiciones. Una cosa está clara: no puede faltar la música, el colorido, el buen humor y muy buena comida. Ya habrá tiempo de abstinencia más tarde, ahora toca celebrar y pasarlo bien. ¿Cuál es vuestro plato carnavalero favorito?
Fotos | iStock.com
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios