Anna Barlow crea los helados más espectaculares que nunca podrás probar, al menos si en algo aprecias tus dientes, pues están hechos del más duro material cerámico. Unas esculturas lo suficientemente realistas como para hacer la boca agua de quien las contemple. Lo cierto es que tuve que mirar las fotografías dos veces para convencerme de que realmente no eran goteantes helados.
La autora tuvo que invertir ocho años para conseguir dotar a sus obras del realismo necesario. Según explica la propia Barlow, lo que pretende es capturar un breve momento en el tiempo, algo que parece que está a punto de derretirse o caer: "Me encanta la idea de que el helado sólo dura unos segundos, pero la cerámica es permanente a menos que se rompa".
Pero no todo el mundo disfruta de sus esculturas, algunas personas las critican por considerarlas incluso obscenas, incitar a la glotonería y las tildan hasta de grotescas. La autora dice sentirse fascinada por aquellos a quienes les desagradan sus esculturas, según ella es porque no entienden que la comida es parte del aspecto lúdico de la vida. En este sentido, los niños entienden más lo que significan estas esculturas.
Me parece increible la habilidad de Barlow para esculpir en cerámica y porcelana estos deliciosos postres, la forma como combina perfectamente los colores y el acabado acristalado de cada pieza. Y aunque sé que nunca podré probarlos, me parecen los helados más espectaculares y apetitosos que he visto en mi vida.
Vía | Anna Barlow Ceramics En Directo al Paladar | Si la vida te da limones, haz limonada, si te da helados... ¡Haz esculturas! En Directo al Paladar | El chocolate elevado a arte por Patrick Roger