Cocinar no es tan difícil como puede parecer. Con un poco de práctica pronto os descubriréis desarrollando nuevas habilidades y adquiriendo más confianza en vuestras dotes culinarias ¿No tienes ni idea de cocinar? Entonces, estos consejos para principiantes son para tí.
Por eso, hemos recopilado algunas informaciones generales de gran ayuda a la hora de resolver las preguntas básicas que os puedan surgir. De este modo descubriréis que cocinar para vosotros y vuestras familias y amigos no sólo es más económico y nutritivo que comprar comida preparada, sino también más creativo, gratificante y muy divertido.
El primer paso
Lo primero que hay que hacer ante de empezar a cocinar es leer bien la receta de principio a fin: es posible que no tengáis todos los ingredientes; necesitáis saber con antelación si hace falta marinar algún alimento durante la noche o podría haber una receta dentro de la receta que haya que preparar de antemano.
Procurad estar bien dispuestos: una buena comprensión de los requisitos de la receta antes de comenzar os llevará directamente por la senda del éxito culinario, por el contrario, empezar a cocinar sin tener claros los pasos que se van a seguir suele desembocar en el peor de los desastres.
Utilizar los ingredientes originales
Si fuera necesario, acudid a fruterías y establecimientos de productos frescos especializados para adquirir los ingredientes originales de la receta. El motivo de que determinados platos de cocina internacional os gusten es que probablemente los probasteis en un restaurante especializado en la gastronomía de un país determinado (o quizás tuvisteis la suerte aún mayor de probarlo en su lugar de origen) donde sus ingredientes son los "auténticos".
Siempre que os resulte posible, usad los ingredientes más frescos y de mayor calidad que podáis encontrar, pues no compensa recortar presupuesto por este camino ¿Qué posibilidad tenéis de triunfar con un plato si las partes que lo componen no están a la altura?
Aprended a usar el wok
Los woks deben prepararse antes de usarlos por primera vez. En primer lugar, hay que lavar el wok en agua caliente con jabón para eliminar los restos de grasa y luego secarlo bien. Poned el wok al fuego más fuerte, cuando esté bien caliente, y con ayuda de papel de cocina, untad toda la superficie interior con una cucharada de aceite. Continuad calentando el wok durante 10 minutos, frotando suavemente de vez en cuando con una bolita de papel de cocina limpio.
Este tratamiento genera cierta cantidad de humo porque estamos quemando el aceite, procurad poneros guantes para horno tanto para sujetar el wok como el papel. Repetid todo el proceso dos veces, entonces estará listo para su uso. Cuando cocinéis en el wok, no hay motivo para que lo lavéis entre el salteado de los ingredientes, pues todos ellos contribuyen al sabor del plato final.
Sin embargo, sí es recomendable limpiar el wok con papel de cocina una vez finalizada la receta y antes de comenzar otra distinta para el mismo menú. Cuando terminéis de cocinar, lavadlo con agua caliente y una esponja no abrasiva. Evitad usar jabón para no transformar la composición de la superficie, que mejora con el uso. Secadlo bien antes de guardarlo.
Cocinar con vino
Nunca debéis cocinar con un vino que esté pasado, picado o que lleve varios días abierto sin estar bien cerrado. La mejor norma a la hora de seleccionar el vino que se va a usar en una marinada o como ingrediente es esta: si un vino no es bueno para beber tampoco lo es para cocinar.
Muchos cocineros sirven el mismo vino que han empleado en la receta para lograr una continuidad de sabor. Si preferís no utilizar vino, sustituidlo por caldo, agua, zumo de fruta o licor, lo que sea más apropiado.
¿Por qué marinar y adobar?
Las marinadas y los adobos no sólo aportan sabor a un ingrediente sino que, en el caso de la carne, también contribuyen a ablandarla. Aunque en general hablamos de un periodo entre 3 horas y toda la noche para cualquier marinado, lo ideal sería marinar el mayor tiempo posible hasta un máximo de 24 horas, a fin de lograr una mayor riqueza de sabor.
Probar para condimentar
Cuando uséis caldos, cremas, salsas o pestos de preparación industrial, tened mucho cuidado antes de añadir otros condimentos y aderezos, ya estos productos suelen tener un alto contenido en sal. Conviene que realicéis una prueba de sabor antes de echar mano a la sal y otras especias.
El tiempo no lo es todo
Los tiempos de preparación y cocción que se facilitan en las recetas suelen ser meramente orientativos. No os extrañéis si, tras varios intentos de la misma receta, os encontráis acabándola en un tiempo distinto. Eso se llama experiencia y requiere muchas pruebas antes de llegar a adquirir la confianza para variar la receta que se está siguiendo.
Conocer los utensilios El tipo de material que uséis y la idiosincracia de vuestra cocina se reflejan también en el plato una vez que está terminado. Los tiempos de cocción varían ligeramente dependiendo de si usáis una cocina eléctrica o de gas, y del material con que estén fabricadas las cazuelas y sartenes. Con un poco de práctica pronto aprenderéis cómo se comportan vuestros electrodomésticos y utensilios de cocina.
Fotografías | jaumescar, jorge.correa, Jay Santiago, juanpedraza, Food Stories y Alberto Rincón En Directo al Paladar | 33 consejos para ser mejor cocinero (si cabe)